Premio Alfaguara de Novela 2005: «El turno del escriba»

Premio Alfaguara de Novela 2005: «El turno del escriba»

POR FÁTIMA ÁLVAREZ
Sentadas frente a una copa en la mesa del bar, Graciela Montes y Ema Wolf, argentinas de la Argentina de la pre-depresión, conversaban sobre lo curioso del nombre de aquel lugar: «Marco Polo».

El nombre rememoraba lejanas distancias, célebres viajes al continente asiático y aventuras a granel. Las exóticas riquezas y los inicios de la vida de mercader, a la que el mismo Marco Polo pertenecía, descubrieron un mundo fascinante a los ojos de Montes y Wolf, condenadas ya por su pasión por el medioevo.

Es así como deciden iniciar un curioso dúo –Mark Twin-, parodiando graciosamente el nombre de otro célebre, para dar inicio a una novela de aventuras protagonizada por partida doble: Rustichello de Pisa y el viajero Marco Polo.

Cinco años de arduo trabajo, decenas de investigaciones y una labor a cuatro manos y dos espíritus dieron como resultado El turno del escriba, que hoy se lleva las palmas en el VIII Premio Alfaguara de Novela 2005, uno de los más reputados galardones de habla hispana.

La historia se remonta al oscuro siglo XIII. Rustichello de Pisa, con 14 años de olvido en una mazmorra genovesa, ve pasar sus tristes días sin pena ni gloria, después de haber sido uno de los principales escribanos de las casas reales europeas.

Hasta que llega a la celda un nuevo prisionero: el viajero Marco Polo y ex servidor del gran Khan.

«Marco Polo, el viajero que tiene muchos datos concretos, precisos y sensibles; medidas y extensiones, es un observador fabuloso. Se encuentra con este relato de Rustichello que tiene sólo estructuras literarias y, sin embargo, para que la historia exista, es indispensable esa trama que ofrece Rustichello. Los viajes de Marco Polo son lo que son porque Rustichello pone en ejercicio esa trama literaria…», dicen las autoras de El turno del escriba.

Es así, como una historia verídica e irrefutable se ve enriquecida por la imaginación, a través de la fascinación que ejerce esta época sobre las autoras, al punto de que el medioevo, oscuro y de limitados conocimientos, se ve de pronto liberado de su estigma y se engrandece a los ojos del lector que encuentra en sus páginas dos figuras que se sobredimensionan a sí mismas a través de la lucha con su interioridad, con el entorno que les ha olvidado en medio de papeleos y burocracias y el recuento de una historia mágica, que no por verídica pierde su sentido mítico.

Graciela Montes y Ema Wolf, durante el anuncio de su obra ganadora, fueron entrevistadas vía telefónica por un grupo de periodistas iberoamericanos y de Estados Unidos acerca de su apreciación de la obra y de sí mismas ante el reto que ambas se impusieron.

Desde Argentina preguntan acerca de qué pretenden decirle a sus contemporáneos con esta obra histórica.

No somos tan poderosas como para llegar a decir qué le estamos diciendo a nuestros contemporáneos. Lo que cada lector tome será una idea distinta.

A mí, volver a entrar en ese mundo me resultó saludable, me pareció que las cosas volvían a tener muchas capas de significación, que es mucho más complejo todo. El redescubrir esa complicidad es colateral; lo principal era contar una historia.

Orlando Pérez, del periódico Hoy. La concepción del mundo entero se hizo desde una celda, ¿cual fue la principal dificultad?

No hubo un solo momento de cotejo. Hemos trabajado juntas mano a mano. Cada trozo del texto lo hemos peinado una y otra vez y los avances de la historia también, hubo una reelaboración y mucho trabajo de escritura.

Víctor Huezo, Prensa gráfica de El Salvador. ¿Porqué recurrir a un tema de un remoto pasado en pleno siglo XXI?

Hay una preferencia. En mi caso es un personaje muy fascinante. Sus viajes eran fascinantes, y no era difícil sucumbir al encanto de ese universo y tratar de reconstruirlo. De hecho, es lo que hace un escritor: reconstruir mundos y ponerlos a funcionar de nuevo. Creo que el propio desconocimiento que nosotras teníamos de esa época fue un estímulo para acercarnos. No se escribe necesariamente sobre lo conocido, a veces lo desconocido es lo que te hace marchar hacia adelante.

Luis Aceituno, desde Guatemala: ¿Cómo se sienten en relación a la nueva narrativa? ¿Es un buen momento? ¿Se relacionan con otros escritores?

En mi caso es bien difícil responder. Estoy hace más de 20 años dedicada al campo de la literatura para chicos y jóvenes y me resulta difícil tomar la suficiente distancia como para hacer una evaluación. Trabajamos en la intimidad sin mirarnos a nosotros en el contexto de la narrativa de ese momento, dice Ema Wolf.

Graciela afirma: No diría que formo parte de un grupo de escritores. Estoy atenta a la literatura argentina, tengo mis escritores favoritos, pero no formo parte de un grupo específico, porque nuestro grupo de pertenencia ha sido la literatura de los niños.

Sergio Ferreira. Paraguay. Han hablado de los libros históricos a los que han recurrido, quisiera saber si han consultado el «Yo supremo» de Roa Bastos y que está basado en la relación entre un escriba y alguien que habla.

Por supuesto, forma parte de nuestras lecturas. En mi caso no de lecturas inmediatas, sino anteriores; pero no me parece que haya marcado de modo inmediato este libro.

Del diario El Comercio, de Perú, Enrique Planas: ¿Qué hay con el estudio de las mentalidades? ¿Qué tan distinto pensaba una persona del siglo XIII? ¿En la cárcel todas las personas piensan igual?

Tiene que ver con la historia y el estudio de la historia de las mentalidades de la Edad Media; tuve la suerte de ir a las clases de José Luis Romero –medioevalista argentino importante-, y leímos mucho material, pero también leímos los documentos y la escritura de la época, tanto la literaria como la notarial. Ibamos a poner una construcción literaria, un narrador, entonces teníamos que ser coherentes con él y no hacer anacronismos, ese era el gran desafío.

Perla Sofía Urbelo, del periódico Diálogo de la Universidad de Puerto Rico.¿Encontraron algo sobre las mujeres de Marco Polo?

El libro de Marco Polo es bastante discreto con relación a las mujeres y la presencia femenina. Fue escrito y copiado en parte por muchos monjes, por lo que es un libro bastante pudoroso, no se puede tener una visión muy clara sobre este tema.

Fátima Álvarez, periódico Hoy, República Dominicana.¿Cómo ve el escriba el mundo desde la óptica de Marco Polo, tomando en cuenta las limitaciones de la celda?

Esa es la gran apuesta de Rustichello. Es sólo un escriba, ha tenido contacto con manuscritos, ha sido copista. El tiene su mundo y universo literario propio que es el de las novelas del ciclo artúrico; es para él el dechado de perfecciones. Efectivamente, Rustichello fue un copista que copió el universo de Marco Polo, de no haber sido así, habría sido una crónica y lo que Rustichello quería era un gran relato de aventura.

«MARK TWIN»

Graciela Montes nació en Buenos Aires, Argentina. Profesora de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es escritora, editora y traductora. Ha publicado libros para niños y jóvenes, novelas para adultos y ensayos.

Es una de las escritoras más prolíficas y destacadas; sus obras circulan por todos los países de habla hispana y han sido traducidos a varios idiomas.

Ema Wolf nació en Carapachay, provincia de Buenos Aires. Es licenciada en Lengua y Literatura Moderna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es escritora y periodista.

Ha colaborado en diferentes medios, entre ellos la revista dominical del diario La Nación. Sus cuentos para niños se caracterizan por un estilo de parodia, lleno de humor, quje le valieron importantes galardones.

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