Madrid. EFE.- Los Premios Platino, que cumplen este año su segunda edición, pretenden “crear una gran marca del cine iberoamericano”, sin ánimo de lucro, un proyecto “que no tiene la nacionalidad de ninguno de los países, sino la de todos».
Así lo explicó hoy en rueda de prensa en Madrid el director general de los premios, Miguel Ángel Benzal, de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores españoles (EGEDA), que organiza estos galardones junto a la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (FIPCA).
Una segunda edición que se celebrará en Marbella (sur de España), en el marco del festival Starlite, que inaugurará con una gala que pretende ser “atractiva, corta y dinámica” y que contará con una “fuerte presencia” de caras conocidas del cine de los 23 países participantes.
Y en el que, además de premiar las mejores películas de 2014 en 14 categorías, se entregará un Premio de Honor que el Consejo de Dirección de los Platinos otorgó “por unanimidad” a Antonio Banderas, que lo aceptó “encantado».
Un actor que “reúne todas las características” para recibir ese reconocimiento, porque “nunca ha renunciado a sus raíces y a la defensa del cine español e iberoamericano”, destacó Benzal, que además resaltó el hecho de que esta edición se celebre en una localidad de Málaga, lugar de nacimiento de Banderas.
El 18 de julio, un poco más tarde de lo que los organizadores hubieran querido, será la fecha de una gala que se trasladó de Panamá, donde se celebró la primera edición, porque con el cambio de Gobierno panameño, las prioridades del país centroamericano eran otras en esta ocasión.
Lo que no quiere decir que no se vuelvan a celebrar de nuevo en Panamá en un futuro, ya que los premios tienen vocación “itinerante» para que todos los países puedan participar.
Lo ideal para Benzal sería establecer un sistema que permita celebrar los premios dos años seguidos en la misma ubicación y luego cambiar a otro país, aunque aún no saben dónde se entregarán el próximo año.
De momento están inmersos en la organización de la gala de este año, que contará con unos 450 invitados, y que será “cualquier cosa menos aburrida».
Con una duración máxima de 120 minutos y transmitida a todo el mundo a través de TVE y de TNT, contará con “actuaciones musicales brillantes” que hoy todavía no podían ser desveladas, así como con humor y con una alfombra roja por la que desfilarán todos los nominados e invitados.
Tras el éxito de audiencia de la primera edición, los responsables de los Premios Latinos quieren dar razón a quienes ya los llaman “los grandes Óscar latinoamericanos».
“Hemos puesto la primera piedra de algo que puede ser muy grande”, señaló Benzal, que destacó además que los nominados de cada categoría han sido elegidos por un jurado de expertos de todos los países.
Las películas “Relatos salvajes”, dirigida por el argentino Damián Szifrón, y “La isla mínima”, del español Alberto Rodríguez, son las favoritas, con 10 y 9 candidaturas, respectivamente.
En total 30 producciones de 11 países son las que han llegado a las nominaciones de las 760 de 23 países que se presentaron.
Una selección que incluye películas estrenadas en salas en 2014 o que hayan pasado por algún festival, aunque aún no hayan llegado al gran público, como una forma de ayudar a su promoción.
Argentina, España, Brasil y México son los países que más producciones presentaron a la selección de los Platino y el 77 por ciento de las películas cuentan con la participación de alguno de estos cuatro países.
Pero también hay trabajos de países con una industria aún menos desarrollada, como Panamá o República Dominicana, que se han dado cuenta de la importancia del cine para el desarrollo económico, afirmó Benzal.
Unos premios que cuentan con el apoyo de Academias de Cine, instituciones académicas, ministerios -Benzal destacó el esfuerzo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA)-, periodistas, críticos e incluso de la Academia Latina de los Grammy.
“Son unos premios muy participativos” que se presentaron ayer en Los Ángeles, “el país más competitivo en el mundo del cine”, pero que tienen una clara vocación hispana.