Generalmente los adultos nos vestimos atendiendo a pautas culturales, estaciones y tendencias. Los niños son diferentes porque aunque no escapan al fahionismo de los mayores, su estilo de vestir toma especialmente en cuenta la comodidad y tiene un sentido muy práctico.
En su armario debe, lógicamente, haber ropa que responda al clima y las estaciones, pero con menos rigurosidad y de acuerdo a las edades que tenga su pequeño o pequeña.
Por ejemplo, no es lo mismo un trajecito o conjunto de pantalón y camisa de verano que uno para invierno, aunque nuestro invierno no sea realmente crudo. En caso de que se trate de un bebé, los diseñadores y modistos recomiendan los ositos pañalaneros con pie y enteritos acolchados con capota, o mantas abrigadas para las salidas a la calle.
Para la casa recomiendan los body manga larga en algodón y un osito con patas y pie polar o algodón frisado.
En caso de que desee comprar o regalar algo para un bebé en el próximo jueves que es Día de los Santos Reyes, evite piezas en lana, ya que pueden provocar alergia en su piel.
A la hora de abastecer el armario del bebé hay que tener pendiente no hacerlo comprando una gran cantidad de ropa. Los bebés crecen más rápido de lo
que habitualmente uno imagina y esa ropa se va desechando. ¡Cuidado! no compre prendas talla grande, antes debe tener en cuenta la época de su nacimiento, porque si es invierno no le servirá para el verano.
Vestuario de los niños. Prestigiosas tiendas de ropa, como Piruleta, Zara, Choe y María Cristina, tienen en sus vitrinas diseños elegantes y muy modernos para ellos, en los colores base para este invierno, que son los marrones y grises.
Con sabor a trópico. Pero como estamos en el trópico, especialmente en el Caribe, las piezas combinables son las ideales a la hora de intercambiar colores, estilos y texturas.