PRENSA MUNDIAL SE INTERESA
Tragedia mantiene población en vela  

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POR GERMAN MARTE
HIGÜEY.-
Desde que se conoció la muerte de 134 reclusos en el incendio de la cárcel aquí en el que además 26 resultaron con heridas de balas y a machetazos, Higüey no ha vuelto a dormir. La versión oficial da cuenta de que el incendio se inició próximo a las once de la noche del domingo como consecuencia de un choque entre bandas rivales que se disputaban el control del recinto. Pero presos sobrevivientes culparon a los agentes que custodian la cárcel de lanzar bombas lacrimógenas hacia el interior de las celdas lo que provocó el incendio.

Muchos de los cadáveres quedaron tan calcinados que será necesario identificarlos por métodos forenses de laboratorio. Ayer el doctor Sergio Sarita Valdez, director del Instituto de Patología Forense, visitó el hospital.

También se informó que un equipo del Instituto de Ciencias Forenses de Puerto Rico vendrá hoy al país para colaborar en la identificación de cadáveres.

Entretanto, todavía los higüeyanos no logran reponerse del impacto que causó la tragedia. Niños, mujeres, adultos, autoridades civiles y militares expresaban su desconsuelo. Pero la mayoría en esta población permanece «muda», como si algo invisible le tapara la boca. Prefieren observar sin opinar.

Brigadas de voluntarios de la Cruz Roja, la Defensa Civil, los Bomberos y personal paramédico trabajaban en colaboración con la Policía en la identificación de los cadáveres.

Al lugar asistió ayer el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, acompañado de funcionarios del gobierno. Alburquerque expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas.

Cientos de personas acudieron al hospital y a la cárcel para informarse sobre sus parientes que estaban en la cárcel. Mientras, los higüeyanos no salen del asombro. El pueblo parecía inmóvil, como si el tiempo se hubiera detenido.

Familiares de los presos buscaban entre los cadáveres semicarbonizados colocados en el patio del hospital tratando de identificarlos. Cuando alguno era identificado, los familias, hombres y mujeres, estallaban en llanto.

Otros buscaban desesperados entre la lista de muertos que suministraron las autoridades.

«Aquí nunca se había visto algo así», exclamó una señora que vive frente a la cárcel.

José Balbuena lloraba desconsoladamente la muerte de su hijo Radhamés, de 25 años de edad, quien estaba preso desde el día de Año Nuevo. «¡Ay! que malos son, ¡coño! Me lo mataron, mi hijo», decía Balbuena con lágrimas, mientras su mujer Eduviges, convulsionaba y apenas se le escuchaba gritar.

«Me voy a envenenar, si Dios quiere. Eso es lo que voy a hacer. Yo no quiero saber nada», gritaba Balbuena, al tiempo que se quejaba de que a su hijo lo apresaron por drogas, a pesar de que según alega no le ocuparon nada encima.

Dijo que la noche del domingo su hijo le mandó a preguntar si lo iban a dejar morir en la cárcel «por falta de cinco mil pesitos».

Afirmó que su hijo murió porque ellos no disponían de dinero para sacarlo de la prisión.

De su lado, Enrique Güilamo Guerrero, uno de los sobrevivientes, dijo que en el pabellón que llaman Vietnam había más cien presos y sólo se salvaron aquellos que estuvieron cerca de la puerta donde podía respirar, «pero el que se quedó lejos de la puerta se jodió».

Pasadas las nueve de la noche, en la  unidad de quemados del hospital Luis E. Aybar informó que ninguno de los pacientes que fueron llevados a ese centro había fallecido. El director Carlos de los Santos dijo que dará  a conocer detalles de los casos en rueda de prensa en la mañana de hoy.

Entre las víctimas del siniestro figuran Harold Levi III (Choky) y Edwin Adam Cotto, dos de los implicados en el caso de la presentadora de producción puertorriqueña Laura Hernández, acusados de tráfico de drogas.

También fallecieron quemados Joel Pérez José y Eliseo Colin, dos de los acusados de violación de menores en el albergue infantil de San Rafael del Yuma.

Gerardo Guerreo Acosta, productor de radio y  televisión en esta ciudad, dijo que la culpa de la tragedia la tiene el sistema penitenciario dominicano y las autoridades que no han sido capaces de construir una cárcel apropiada para alojar a la población de presos que hay, aunque que los guardianes cometieran el error de no abrir las celdas a tiempo.

Lamentó el hacinamiento y el abandono en la cárcel de Higüey, a pesar de que esa zona sale el 39% de todos los recursos que aporta el turismo al fisco dominicano.

Todavía los lugareños no se explican cómo es posible que un preso pueda tener una pistola dentro de la celda sin que los custodias no la descubran.

«Creo que son cómplices de que ahí metan de todo (armas y drogas), porque yo tenía un hermano preso y cuando yo lo iba a ver me registraban de arriba abajo. Es más yo dije que no volvía ahí, porque esos policías le meten la mano a uno por todas partes», dijo una señora que vende jugo frente a la Basílica.

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PRENSA MUNDIAL SE INTERESA 

POR FERNANDO QUIROZ
La prensa mundial difundió ayer la tragedia de la cárcel de Higüey donde murieron 134 reclusos quemados. Muchos de los periódicos digitales formularon críticas al hacinamiento de las cárceles de la República Dominicana.

Diarios de prestigio mundial como The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de París, Francia; Algemeine Zeitung de Francfort, Alemania; El País, de España, el sitio en Internet CNN en inglés y la televisora satelital Al-Jazeera, el medio más importante del mundo árabe, resaltaron la mayor tragedia penitenciaria en la historia de República Dominicana.

Al-Jazeera difunde en inglés, que “las cárceles dominicanas está altamente superpobladas”, y presenta imágenes de algunas penitenciarías. «Fuego en prisión dominicana mata numerosas personas», reporta.

«133 killed in Dominican Republic prison fire», tituló The New York Time como primera información en su sección internacional.

Clarín, de Buenos Aires, Argentina, resalta que el Departamento de Estado estadounidense indica en un informe que virtualmente todas las prisiones dominicanas experimentan un hacinamiento extremo.

«El Departamento de Estado estadounidense ya había denunciado un serio problema de hacinamiento y de falta de control en las 35 institucionales penales de República Dominicana, que fueron construidas para albergar a unos 9,000 prisioneros, pero que el año pasado tenían más de 13,500», precisa Clarín.

Otros diarios que resaltaron la tragedia de la cárcel dominicana son Nuevo Herald, de Miami; Los Angeles Times, Houston Chronicle, importante diario de Texas; Seattle Post Intellingencer, de Seattle, Washington; El Tiempo de Bogotá; La Vanguardia, de Barcelona; ABC,de Madrid; El Universal, de Caracas, Venezuela; La Reforma, de México. 

El diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, titula «Rescatan cuerpos calcinados en incendio». Reseña que el jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, admitió que en las áreas penitenciarias circulaban armas de fuego y blancas de manera ilegal.

«Mortal incendio en cárcel Dominicana», tenía puesto todo el día ayer el portal de Univision.com.

El Nuevo Día de Puerto Rico, en su versión digital, resalta que el gobierno puertorriqueño lamentó la tragedia de Higüey.  Entre los reclusos muertos figuran los naturales de ese país Arod Levy III y Edwin Adams Cotto, quienes estaban presos por el cargo de tráfico de drogas en el expediente de la comunicadora Laura Hernández y su esposo Marcos Irizarry, también puertorriqueños.

«Plus de 100 morts dans l»incendie d» une prison en Republique Dominicaine», despliega Le Monde.

Mientras que el Algeime Zeitung de Francfort, Alemania, titula «Mindestens 134 tote bei brand in dominikanischen gefanguis».

CNN indica que «120 die in Dominican prison riot, fire».

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