Prensa y libertad

Prensa y libertad

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
El ser humano está condenado a perseguir la utopía y a vivir, en el mejor de los casos, entre la podredumbre del mal menor. Así como lo perfecto es enemigo de lo bueno, conceptos tales como libertad, independencia, soberanía, amistad, solidaridad, cumplimiento del deber, respeto a la Patria, se convierten en metas inalcanzables porque no son perseguidas por la sociedad en su conjunto. Desde el siglo XVI se lucha, en firme, de manera ininterrumpida por la libertad, pero no sólo por la libertad individual sino por la libertad colectiva.

Se entiende, en especial luego de que se crearan los tipos móviles de imprenta y se imprimieran miles de ejemplares de la Biblia y de otros libros donde se acumulaba el saber humano, que el ser humano tiene derecho a buscar la verdad, a saberla y a practicarla, como un modo de vida sano y ejemplar.

Desde el principio la intolerancia persiguió la libre circulación de las ideas al punto de que los cristianos seguidores de la Palabra del Señor, contenida en la Biblia, fueron perseguidos durante siglos por defensores de privilegios irritantes y anticristianos.

Ahí comenzó la larga lucha entre la libertad y el miedo, entre el ejercicio de la prensa independiente, el derecho de los pueblos a estar correctamente informados y la acumulación de poder a través de la concentración de medios en pocas manos, lo que permite que unos pocos puedan decidir qué se pública y qué no se publica, adueñándose olímpicamente del derecho popular a la información veraz.

En el futuro, cuando se analice la relación prensa-medios-periodistas-gobierno de este tiempo, se verá cuánta podredumbre hay en la actualidad.

Y no sólo podredumbre, también hay una altísima dosis de falsedad.

Por un lado, se presiona de una y otra forma a los medios para que actúen dentro de las líneas maestras trazadas por el gobierno, una de las cuales es: siempre descrédito para la oposición, ningún reconocimiento y loas sin límites al Presidente de la República y a sus corifeos.

Otra línea maestra es la que ordena pedir permiso y orientación antes de publicar verdades sobre la corrupción que no pueden ocultar los ladrones, quienes adquieren casas de lujo, apartamentos que cuestan millones, vehículos rimbombantes y otras demostraciones de poder económico súbito que no se molestan en ocultar. ¡Al fin, llegó su turno!

Todos los recursos que sean posibles se emplean en ocultar la verdad, acallar los reclamos de honradez y seriedad, silenciar las voces disidentes.

No hablemos del tiempo en que Trujillo creó una camisa de fuerza dentro de la cual amarró la sociedad dominicana.

Hablemos y hablamos de este tiempo en el cual los herederos de las grandes luchas por la libertad y la democracia entienden que la democracia se desenvuelve dentro de los moldes trazados por Trujillo, Franco, Mussolini, Hitler y Stalin.

Cuando se muestran liberales caemos en el modelo que se vive dentro del «tanto tienes, tanto vales».

¿Y usted certifica que así hay libertad de expresión?

En nuestro país hay libertad de presión, libertad de empresa y la inmensa libertad de conciencia que muchos ejercen adoptando la callada por respuesta. Nada más, por ahora.

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