Preocupa a fabricantes presentar vehículos
“limpios” a los no creyentes

<p>Preocupa a fabricantes presentar vehículos<br/>“limpios” a los no creyentes</p>

Los fabricantes de vehículos están trabajando por reducir las emisiones, pero le dicen a John Reed que los clientes no están dispuestos a pagar más por los carros “verdes”.

En la larga lista de vehículos que valen la pena, bien revisados y que nunca llegaron al mercado, el Lupo, de Volkswagen y el Corsa Eco, de Opel, ambos,  merecen un sitio destacado.

El Lupo, eficiente, de gasolina, fabricado con materiales innovadores de bajo peso, y con el mecanismo “satrt-stop” que desconecta el vehículo en los cruces de vías, fue presentado en 1999, en una recepción entusiasta de devotos de los carros “verdes”. El Corsa Eco llegó a las vitrinas europeas en 2003, con emisiones de dióxido de carbón de solo 118 gramos por kilómetro, inferior a la meta promedio exigida por la Unión Europea de 120 g/km para 2012.

Sin embargo, los compradores invirtieron sus pulgares ante el Eco, en parte, debido a lo delgado de sus ruedas y la asociación entre los carros de emisiones ultra bajas y pobres resultados. Opel, propiedad de General Motors, retiró el vehículo del mercado en medio de ventas tibias. VW hizo lo mismo en 2005, cuando solo logró vender 5,700 vehículos en todo el mundo.

Las compañías de vehículos y los analistas de la industria dicen que el rechazo de los consumidores a estos carros -además de otros vehículos de baja emisión o eléctricos, como el Mercedes A 160 y el Renault Kangaroo Electr´road-, señalan una falla fundamental en el plan de la UE para reducir las emisiones de CO2.  A pesar de la base de apoyo a las medidas para combatir el cambio climático, los europeos están reacios a pagar de más por los vehículos “limpios”.  En algunos casos, se resisten a aditamentos como los mecanismos “stop-start”, que algunos conductores temen les afecte su capacidad para ingresar en las rotondas.

“Es difícil cambiar los hábitos de los consumidores”, dice Christopher Macgowan, jefe ejecutivo de la Society of Motor Manufacturers and Traders, de Gran Bretaña, un grupo de cabildeo de la industria. “La tecnología solo no va a lograr una transformación en el mercado”.

La Comisión Europea sigue debatiendo ferozmente la legislación para reducir las emisiones de CO2 en medio de desacuerdos internos y las advertencias de las compañías de vehículos de que el límite de 120g/km hará irrentable a grandes partes de la industria europea. VW, Daimler Chrysler y BMW se unieron a Opel y Ford, la semana pasada, en el alerta a la Comisión de que la meta es “irreal” y “técnicamente irrealizable”.

Los fabricantes europeos, la mayoría de los cuales operan con márgenes de bajas ganancias, de escasamente 35, dicen que están trabajando para reducir las emisiones. Sin embargo, se preguntan cómo se hará cumplir la nueva regla, mientras piden un enfoque “integrado” que incluiría nuevas medidas impositivas y una mayor promoción estatal de los bio-combustibles e infraestructura de tráfico para reducir las emisiones, como en Japón.

Analistas de la industria dicen que los fabricantes de vehículos podrían estar sobreactuando en su defensa. Sin embargo, concuerdan en que la legislación propuesta presta poca atención a las preferencias de los consumidores.

Los carros híbridos han ido más lentos en su despegue en Europa que en Estados Unidos, donde el Toyota Prius lidera la carrera. Muchos europeos prefieren híbridos diesel, que pueden costar cerca de 4,000 euros más que los carros a diesel corrientes y entre 2,000-3000 euros más que los híbridos de gasolina y electricidad  convencionales.

“A los europeos podrían gustarle los híbridos, pero no quieren pagar por ellos-, dice Sarwant Singh, jefe de prácticas automotrices de Frost & Sullivan Europe, una consultoría de negocios. En su sondeo con 1,800 consumidores europeos el año pasado, 38% dijo que no consideraría comprar un vehículo híbrido en absoluto, y casi todos dijeron tener límites de cuánto estarían dispuestos a pagar de más.

 “Se va a producir un cambio en los hábitos de los compradores”, dice Simon Barnes, de SMMT. “Pudiera haber un problema con las importaciones en un mercado gris de vehículos de gasolina menos eficientes”.

Pero mientras los fabricantes cuestionan la nueva legislación de la UE, continúan preparándose. BMW, cuyos carros de alto rendimiento quedarían marginados por las nuevas reglas de la UE, anunció que su nueva Serie 1 de vehículos medianos estará equipado con tecnología “stop-start. Y el año pasado, el fabricante radicado en Munich se convirtió en uno de los primeros en presentar un vehículo listo para la producción que se mueve con gasolina convencional e hidrógeno líquido.
VERSION IVAN PEREZ CARRION

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