La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) consideró ayer  “preocupante” que el Gobierno, en violación a la Ley, le haya recortado la asignación presupuestaria al Poder Judicial en más de un 40%, a pesar de que  la nueva Constitución le asigna más responsabilidades.

El vicepresidente ejecutivo de la entidad,  Servio Tulio Castaños Guzmán afirmó que si al sistema de justicia no se le garantiza la intangibilidad del presupuesto para desarrollar su rol,  su función de contrapeso estaría muy limitada.

Recordó que en  2010 el Poder Judicial será impactado por la reforma constitucional, que modifica sensiblemente su estructura con la creación del Consejo del Poder Judicial, órgano de gobierno que asumirá las funciones administrativas y disciplinarias, que  ostenta la Suprema Corte de Justicia, además de que se deberá continuar con la instalación de tribunales y salas que ordenan algunas leyes especializadas.

 “La implementación de las reformas institucionales cuesta dinero; es impensable eficientizar la administración de justicia en los términos que apuesta la nueva Constitución si empezamos a postergar la inversión de los recursos que necesitan esas nuevas estructuras judiciales para operar adecuadamente”, dijo Castaños Guzmán.

Agregó que La reforma constitucional quedaría así como una “pretensión vacía de contenido” si al momento de distribuir los fondos públicos no se les asigna la cantidad suficiente para asumir esos cambios.

“En Finjus entendemos que ya es hora de dar un giro a la forma de entender el Presupuesto.  Que éste sea aprobado en la forma de una ley, con dos lecturas, no le quita su carácter de acto administrativo, y como tal, es cuestionable que puedan modificarse en el Presupuesto los porcentajes de asignaciones que reconocen las leyes a los órganos y poderes del Estado”.

Dijo que el Presupuesto no puede desconocer el ordenamiento jurídico precedente al cual se inscribe, porque entonces no tendría ninguna función establecer porcentajes presupuestales en leyes que no se cumplirán y que pueden ser dejados de lado cada año.