Para la Conferencia del Episcopado Dominicano constituye un obstáculo que va contra la paz de la familia dominicana el auge del tráfico y consumo de drogas.
Los obispos trataron el tema en su carta pastoral titulada por la celebración de un aniversario más de la Independencia Nacional.
“Los responsables de las familias no saben a quién acudir para ayudar a sus hijos o a sus vecinos cuando estos se ven atrapados en las redes del narco”, agregan los obispos destacando la complicidad de las autoridades en esos casos.
Dijeron estar preocupados de que para muchos jóvenes, el microtráfico representa el único mecanismo de movilidad social y una estrategia para salir del desempleo.
“La inseguridad no se experimenta solamente en el ámbito del tráfico de drogas que ha contaminado a las instituciones responsables de combatirlo. La Policía es percibida por la población más como una amenaza que como una aliada.
“Se hace urgente la renovación de nuestros organismos de seguridad, lo que implica que el Gobierno mejore significativamente los salarios de los miembros de la Policía Nacional y de los demás cuerpos armados”, reiteran los obispos, al igual que en 2012.
Sobre la justicia dijeron que se hacen esfuerzos para adecentar ese poder, pero “Pero todavía hay mucha impunidad cuando se tratan casos en los que están envueltos políticos, militares, narcotraficantes y gente de dinero. Lo mismo cuando se trata de atracadores, rateros y ladrones, que en su mayoría actúan en contubernio con autoridades policiales o con políticos”.
También consideraron preocupante los juegos de azar y el consumo de alcohol. “Tenemos en toda la geografía nacional más bancas de apuesta que escuelas, un promedio de tres bancas por cada centro de educación. Nuestra gente humilde vive el sueño de sacarse el premio para hacerse rico y caen en la trampa de la adicción a los juegos de azar”, dice el texto.
“Hay un constante crecimiento de centros de bebidas alcohólicas en todo el país. Da mucha pena ver cómo, los fines de semana, se llenan exorbitantemente estos lugares de diversión donde muchos de nuestros obreros suelen ir a dejar los pocos ingresos semanales, dejando muchas veces a la familia sin el sustento de cada día”, dice la carta.