Preocupa a Reserva Federal expectativa por más recortes

Preocupa a Reserva Federal expectativa por más recortes

POR KRISHNA GUHA
En Washington

Es probable que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en un cuarto de punto a 4.5% cuando concluya su reunión de dos días hoy miércoles. Sin embargo, el debate entre los políticos de la Fed será más equilibrado de lo que sugieren las apuestas en el mercado de futuros, en el cual un recorte en la tasas se ve como una certeza.

De acuerdo con informes anecdóticos, hay cierta resistencia entre los bien informados sobre la Fed a la idea de un recorte en la tasa seguro. Muchos hubieran preferido asistir a la reunión con las apuestas del mercado más equilibradas, lo que le daría al banco central más espacio para tomar su decisión sin arriesgarse a un alboroto en el mercado.

Puede decirse que la Fed no estaba esperando verse en esta situación cuando redujo las tasas en medio punto en septiembre. Como explicara brevemente después Don Kohn, vicepresidente, la Fed pensaba que al reducir las tasas más de lo esperado avanzaría en la curva.

El recorte inicial de 50 puntos básicos fue “una primera aproximación no irracional de lo que se necesitaría para mantener la economía en una senda sostenible”, dijo Kohn.

Mientras se pensó que aflojar más podría ser necesario en algún punto, el mensaje fue que la Fed distaba mucho de estar comprometiéndose con un nuevo recorte en octubre. Algunos funcionarios, posiblemente la mayoría, esperaba que no tuvieran necesidad de volver a recortar.

Sin embargo, los sucesos en los mercados económico y financiero desde entonces obligarán a los funcionarios de la Fed a cuestionarse si todavía pueden permitirse el lujo de no volver a recortar, sin arriesgar indebidamente el crecimiento.

El perfil económico de esta historia es mixto. El crecimiento en el tercer trimestre parece ser fuerte y hay rumores de que el equipo de la Fed revisó al alza su pronóstico de crecimiento para el último trimestre del año.

De los dos riesgos para el crecimiento identificados en septiembre -una intensificación de la caída inmobiliaria que se extiende al gasto de los consumidores y una contracción del crédito en toda la economía- el último no se ha materializado, y no parece probable que se produzca.

Sin embargo, los datos de la vivienda, al menos, han sido tan malos como se esperaba. La Fed considera ahora que los precios de las casas han caído en un año en todo el país y espera que bajen más durante los próximos dos años.

El descenso es modesto -posiblemente, entre 2% y 5 %-, pero los políticos saben que una vez que los precios empiecen a deslizarse, el riesgo será principalmente a la baja. Hasta la fecha, ha habido poco derrame en el gasto de los consumidores, pero los efectos de riqueza van un tanto rezagados, y la política de la Fed mira hacia delante.

Ganancias decepcionantes y perspectivas corporativas pesimistas han subrayado el riesgo negativo al crecimiento, incluyendo el del gasto corporativo. La fragilidad renovada en los mercados financieros también gravitará pesadamente sobre la Fed. En el resultado inmediato del recorte de la tasa en septiembre pareció como si los mercados estuvieran componiéndose. Nuevo nerviosismo renovó las preocupaciones sobre el sector vivienda y la economía, mientras que los precios más débiles de las acciones significa que no se puede depender de las ganancias en las acciones corrientes para compensar el efecto riqueza negativo de la vivienda.

La principal preocupación de la Fed será el mercado de los títulos respaldados por hipotecas, solo con una ligera mejoría desde septiembre. La Fed desea evitar una retro-alimentación negativa, en la cual el temor de una recesión conduzca a una parálisis en el mercado secundario para muchos títulos respaldados por hipotecas, que tense el suministro del crédito hipotecario, haciendo caer más aún los precios de las viviendas, debilitando el gasto y elevando el riesgo de una recesión.

Esto no es lo que defiende la Fed. Con mercados laborales que se debilitan, si bien solo gradualmente, la Fed cree más probable que la economía recupere el impulso después de unos trimestres flojos.

Aún así, los políticos de la Fed se verán tentados a recortar de nuevo para comprar seguridad contra los riesgos del crecimiento. Los presidentes regionales más agresivos de la Fed pudieran protestar por el costo de ese seguro, en términos de riesgos inflacionarios.

Los jefes principales de la Fed parecen estar más tranquilos con los datos benignos de la inflación central, que muestran pocas señales de que los altos precios del petróleo o el dólar débil están influyendo en los precios más altos no relacionados con el petróleo, ni con los alimentos. Si el crecimiento diera una sorpresa al alza, el riesgo de inflación aumentaría con fuerza. Sin embargo, la flojedad de la economía está   aumentando.

El que un mercado frágil hará que la Fed reduzca las tasas, casi seguro resolverá el debate. Sin embargo, a la Fed le preocupará que un recorte se interprete como una señal que anuncia un ciclo de relajamiento sostenido.

Esto no es lo que la mayoría de los miembros de la Fed creen estar haciendo. Ellos piensan más en términos de dar nueva base a la tasa de fondos de la Fed, o ponerla por debajo de lo que pudiera considerarse una nueva tasa neutral ante las más tensas condiciones del crédito. El temor de que los inversionistas pudieran reaccionar a un recorte, incrementando las ya considerables expectativas de recortes futuros, pudiera llevar a la Fed, lógicamente, a desafiar el mercado y no reducir las tasas.

Lo más probable es que los políticos traten de equilibrar un recorte en la tasa con una declaración que calme las expectativas de muchos más recortes en el futuro. Ellos esperan hacerlo bien. Pero con la incertidumbre sobre la economía todavía elevada, desearán dejar abierta la opción de volver a recortar, si fuera necesario, en la próxima reunión.

México listo para sortear  baja en EEUU

Por Martin Wolf y Adam Thomson

En Ciudad de México

Finanzas públicas más fuertes y la baja inflación de México ayudarán a superar cualquier vuelco próximo en Estados Unidos con mucho más éxito que en 2000, de acuerdo con los principales economistas del país. 

En una entrevista la semana pasada, Agustín Carstens, el secretario de Finanzas de México, dijo al Financial Times que el país está en mejor posición que la última vez que la economía de EEUU se debilitó.

“Hoy hay mucho mayor resistencia”, dijo

Añadió que la naturaleza del debilitamiento económico en EEUU también es cualitativamente diferente al vuelco anterior, un hecho que le haría la vida considerablemente más fácil a su vecino del sur.

En particular, la producción industrial de EEUU ha resultado estar más fuerte esta vez, alimentando con eso las expectativas de que el sector manufacturero del país impulsado por las exportaciones continuará siendo una fuente de negocios para las maquilas de México -las factorías de ensamblaje que re-exportan al país de origen- y otras industrias.

“La influencia más fuerte [sobre la economía mexicana] es la producción industrial, que se mantiene,  y que tiene una fuerte posibilidad de mantenerse en marcha gracias a la debilidad del dólar”, dijo Carstens.

Una de las razones principales que menciona para el optimismo en esta ocasión es que la administración de centro-derecha de Felipe Calderón ha logrado que se aprueben reformas importantes desde que asumió el cargo en diciembre.

Entre estas, se incluye situar las pensiones del sector público en una senda más firme y, más recientemente, los cambios al código tributario que se espera incrementen los ingresos del gobierno al menos en dos puntos porcentuales durante los próximos cinco años.

“Esta fue la primera reforma fiscal en más de tres décadas que no estuvo relacionada con una crisis fiscal”, comentó Carstens.

Otros puntos a favor de México, continuó, son los altos precios internacionales del petróleo y la baja inflación, que en 3.6% el año pasado fue baja, comparada con el 10% de la última desaceleración en Estados Unidos en 2000, cuando México todavía estaba padeciendo los efectos de la llamada “Crisis Tequila” de 1994.

Las nuevas víctimas   de una contracción

Por Stacy-Marie Ishmael  y Paul J Davies

En Nueva York y Londres

Aumentan las preocupaciones de los inversionistas porque las próximas víctimas importantes de la contracción del crédito pudieran estar entre el arcano, pero gran sector de la industria de los seguros.

Las compañías que emiten seguros para aumentar las calificaciones de créditos de diversos tipos de bonos han visto caer los precios de sus acciones y subir el costo de proteger su deuda contra incumplimientos. La semana pasada, líderes del sector como MBIA, Ambac, XL Capital Assurance, Radian y MGIC resultaron golpeados duramente.

En años recientes, estos aseguradores de bonos -”monolines”- se han apartado de su papel de garantizar, o envasar, bonos emitidos por los órganos municipales de EEUU, para acercarse a la escritura de negocios relacionados con negocios financieros estructurados respaldados por activos, como los bonos respaldados por hipotecas y obligaciones de deuda garantizadas.

Después del torbellino en los mercados de crédito estructurado, este negocio se complicó, lo que pudiera afectar el costo del préstamo para las autoridades de EEUU que dependen de sus garantías.

“Llegamos a la conclusión de que MBIA y el resto de los garantes financieros están enfrentando un periodo prolongado de estrés”, dijo Rob Haines, un analista de CreditSights, una firma de investigación.

El sector se vio afectado la semana pasada, particularmente después que produjera una serie de resultados desalentadores en el tercer trimestre, que incluyó pérdidas    cuantiosas sobre el valor de contratos de seguros escritos sobre bonos estructurados.

MBIA, que reportó ganancias el jueves pasado, es un ejemplo típico. Sus acciones cayeron 21% sobre sus resultados antes de terminar el día a 14.9% más bajas a US$46.99. Se había recuperado algo el lunes, pero está muy lejos de la altura 12 meses atrás de US$76.02.

Mientras tanto, el costo de proteger la deuda por US$10 millones de MBIA contra “default” en el mercado de trueque de impago de crédito se disparó de cerca de US$22,000 anualmente para un contrato de cinco años en febrero, a más de US$231,000 la semana pasada, dice CMA, un suplidor de datos.

MBIA y sus colegas creen que el mercado ha exagerado y esperan ver una recuperación en las pérdidas, en la medida que los bonos que ellos han asegurado recuperen su valor de mercado y maduren sin presentar pérdidas reales.

Michael Grasher, un analista de Piper Jaffray en Nueva York dijo que la debilidad reciente en los garantes financieros es una reacción desmedida.

“El mercado está apostando a que la gerencia se durmió al timón. Nosotros no estamos de acuerdo”, dijo.

Dólar y  petróleo crean temores por inflación

Por Michael Mackenzie

En Nueva York

Al iniciar la semana, el petróleo tocó una altura de US$93.20 y el dólar alcanzó otra baja, mientras los inversionistas manifestaban su certeza de que la Reserva Federal recortará hoy las tasas de interés.

La misma convicción también tuvo apoyo con al acercamiento del oro a los US$800 por onza troy -el nivel más alto en 28 años-, mientras las acciones corrientes lograban ganancias.  La medida en los precios del oro refleja la manera en que los inversionistas temen una inflación creciente a partir de las fuerzas combinadas de precios más altos para el petróleo y un dólar más débil.

Gravitando sobre el dólar estadounidense está la perspectiva de tasas de préstamos más bajas frente a las de otras economías, cuando concluya hoy la reunión de la Fed.

Los inversionistas en los futuros de los fondos de la Fed han apreciado un recorte de 25 puntos básicos en la tasa diaria, en medio de un mercado inmobiliario en deterioro y grandes pérdidas recientes en los bancos de EEUU.

“La Fed está en un dilema en el cual necesita aflojar [las tasas] para hacer que la economía se mueva; sin embargo,  un dólar debilitado, mientras que es bueno para las exportaciones de EEUU, aumenta la preocupación de que suba la inflación”, dijo Gerald Lucas, asesor principal de inversiones en Deutsche Ban.

Las acciones más altas de las materias primas y la energía propulsaron los mercados globales de acciones corrientes el lunes, mientras las compañías multinacionales se vieron respaldadas por la debilidad del dólar.

El dólar cayó a una baja de 76.777 frente a una canasta de seis monedas importantes, mientras el euro ascendía a una nueva altura de US$1.4438.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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