Preocupa al Papa situación en Irak

Preocupa al Papa situación en Irak

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El Papa Juan Pablo II se mostró este sábado a mediodía muy preocupado por la situación en Irak y en Oriente Medio en su mensaje de Navidad leído desde la explanada de la Basílica de San Pedro, antes de dar su bendición urbi et orbi. «Con gran aprensión sigo los acontecimientos de Irak y cómo no mirar con ansia compartida pero también con inquebrantable confianza a la tierra de la que Tú eres hijo», dijo el sumo pontífice.

El Papa pidió además que «cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos».

«Que se apagen tantos focos de tensión que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos. Que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos», agregó ante los files.

«Niño de Belén, profeta de paz, alimenta las iniciativas de diálogo y de reconciliación, apoya los esfuerzos de paz, que aunque tímidos pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente por un presente y un futuro más serenos para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo», oró el Papa.

«Pienso en Africa, en la tragedia de Darfur en Sudán, en Costa de Marfil y en la región de los Grandes Lagos», puntualizó.

Antes en la madrugada del sábado, el papa rezó por la paz en Tierra Santa y en el resto del mundo durante la misa de Gallo celebrada en la basílica de San Pedro y trasmitida en directo en 72 países.

El Papa deseó que «Tierra Santa pueda conocer tiempos de prosperidad y coexistencia pacífica, en el respeto recíproco de sus habitantes», durante la oración con los fieles.

«Que sea una tierra segura y hospitalaria para los peregrinos y para aquellos que buscan la verdad», agregó.

Varios miles de fieles asistieron en la basílica de San Pedro a esta 27ª misa de gallo celebrada por el viejo Papa, de 84 años, que estuvo rodeado de cardenales y prelados de la curia romana.

Otra oración fue consagrada a los gobernantes de las naciones y los responsables de las organizaciones internacionales para que «se comprometan a fondo para establecer la paz en el mundo».

Durante la ceremonia, el Papa dio la primera comunión a unos 30 fieles y 12 niños procedentes de Perú, Guatemala, Corea, Congo, Australia e Italia, que le ofrecieron ramos de flores.

La misa fue filmada por las cámaras de 111 canales de televisión y retransmitida en directo a 72 países, entre ellos algunos musulmanes como Argelia e Indonesia.

Juan Pablo II no quiso renunciar a celebrar en forma personal esta misa de Gallo, pese a dificultades de elocución debidas al mal de Parkinson que lo aqueja. Sus desplazamientos y sus gestos litúrgicos se vieron reducidos a la mínima expresión.

El Sumo Pontífice apareció en relativa buena forma en la misa, un poco cansado, probablemente porque era tarde, y muy encorvado.

Vestido de blanco y dorado, llegó a la basílica en una silla de ruedas bendiciendo a los fieles, los embajadores acreditados ante la Santa Sede, los cardenales, los prelados y los numerosos religiosos presentes.

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