Preocupa incremento de pobreza
en comunidades de  Monte Plata

Preocupa incremento de pobreza<BR>en comunidades de  Monte Plata

Por Freddy De León Bello
MONTE PLATA.-
La pobreza se ha incrementado en esta provincia, provocando que la mayoría de sus habitantes vivan en condiciones económicas precarias.

La falta de empleos, de un servicio de agua potable mínimamente adecuado y el abandono de la agropecuaria, son las principales causas que señalan los habitantes de aquí para que la pobreza se haya afianzado en los últimos años.

De acuerdo a datos obtenidos, una gran parte de las familias residentes en esta  provincia, sólo reciben alrededor de un dólar diario para la alimentación.

La señora Yoselín Pie, quien llegó procedente de Haití en el año 1977 a trabajar como cocinera en el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), y quien reside en una casucha del batey Guazumita, de Yamasá, expresa que si las autoridades no crean fuentes de empleos, muchas serán las personas que morirán de hambre en la zona.

«Mis nietas no pueden acudir a la escuela por las limitaciones económicas; están pasando hambre. Mis hijos han tenido que emigrar a otros pueblos en busca de mejor suerte», dice.

Pie asegura que apenas puede contar con cien pesos diarios que los obtiene de la venta de panes elaborados por ella, que los comercializa en la localidad, para satisfacer las necesidades alimenticias de su familia.

«Hay ocasiones en que sólo podemos preparar un chocolate con pan, y si desayunamos no almorzamos. Esta es una situación difícil», expresa.

En Guazumita residen alrededor de unas 50 familias, y en su gran mayoría atraviesan por una situación similar a la de  Pie.

En Yamasá

En este municipio, su principal fuente económica es el cacao, pero conocido es que este producto es pasajero,ya que sólo se comercializa en una época del año.

Tan pronto pasa la cosecha, sus moradores comienzan a sentir la falta del circulante, viéndose en la obligación de dedicarse al motoconcho.

 Además, la economía de este municipio está basada en los empleos públicos y las remesas.

 Monte Plata

En este municipio cabecera de provincia, la economía depende de la ganadería, aunque muchos de sus habitantes expresan que las ganancias se quedan en la capital, ya que los propietarios de los ganados residen allí.

«Aquí prácticamente el dinero que se moviliza es de los empleos, por lo que entienden que las autoridades deben tomar acciones para reducir la pobreza», expresan.

Sabana Grande de Boyá

Sabana Grande de Boyá es el  municipio  donde sus residentes viven en peores condiciones, sobre todo luego del descalabro del Consejo Estatal del Azúcar (CEA).

Sabana Grande de Boyá es el municipio de esta   provincia que cuenta con mayor cantidad de  bateyes, debido a que en el pasado fue uno de los principales productores  de caña de azúcar.

«Nosotros estamos sintiendo cada día que la pobreza nos arropa, y no contamos con apoyo de nadie. Ojalá que las autoridades se apiaden de nosotros», explicó María Muñoz, en la comunidad de Las Taranas, de Sabana Grande Boyá.

Según datos de la Fundación de Desarrollo de la Provincia Monte Plata, en Sabana la pobreza afecta a más del 85 por ciento de la población.

Se pudo establecer que, aunque muchas familias reciben las tarjetas Solidaridad,  esperan otros programas sociales del Gobierno, ya que la economía de este municipio está basada en una limitada agricultura y a los pocos empleos públicos.

Bayaguana

En este municipio, identificado también como el Santo Cristo de Los Milagros, si bien es cierto que hay una mayor afluencia de circulante debido a su potencial en el ecoturismo y al comercio los viernes primero de cada mes, no menos cierto es  que la pobreza se siente con fuerza, debido a la falta de funcionamiento de los servicio vitales.

«Aquí nos escapamos a las limitaciones de los demás municipios de la provincia. Nosotros también sentimos que la pobreza se incrementa», expresa Pedro González.

Propuestas

Para paliar la pobreza en esta  provincia, moradores consultados expresaron que las autoridades deben crear parques de zona franca, así como invertir en la educación y relanzar la industria cañera.

«La educación es el requisito número uno dentro de un plan estratégico serio para enfrentar la pobreza», expresa Miguel Polanco, gerente general de la Cooperativa El Progreso.

Indicó que la provincia debe contar con un instituto superior o con una universidad, aunque sea una iniciativa del sector privado.

Asimismo, moradores de los cinco municipios que integran esta provincia son de opinión de que para reducir la pobreza se requiere valorar el potencial ecoturístico.

«Seguimos añorando la idea de que esta provincia, por su cultura cañera y por sus terrenos fértiles, es una buena opción para producir caña y evitar que la pobreza nos ahogue», apuntaron.

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