JERUSALEN. Una ola de ataques palestinos contra objetivos israelíes en semanas recientes ha hecho aumentar las preocupaciones en Israel de que un nuevo tipo de levantamiento puede estar a la vista. En comparación con otras olas de violencia en el pasado, los incidentes recientes no parecen ser un esfuerzo organizado por grupos extremistas, sino varios actos individuales.
Su naturaleza descoordinada dificulta a los líderes israelíes responder e incluso identificar la causa exacta. Después de varios años de calma relativa, el servicio israelí de seguridad Shin Bet ha reportado un aumento firme de los ataques desde que negociadores de paz israelíes y palestinos reanudaron sus pláticas en julio. Por ejemplo, en noviembre hubo 167 ataques en Jerusalén y la Cisjordania, en comparación con 136 en octubre, dijo el servicio.
Y los últimos días han sido significativos. El domingo, una bomba que se cree fue colocada por extremistas palestinos explotó en un autobús en el centro de Israel, el ataque más violento dentro del país en más de un año. El autobús fue evacuado antes de la explosión, que causó daños graves.
Al día siguiente, un policía israelí fue acuchillado fuera de un asentamiento en Cisjordania, y el mares un civil israelí fue abatido por un francotirador palestino desde Gaza, lo que provocó varios ataques aéreos israelíes en que pereció una niña palestina. El ministro de Defensa Moshe Yaalon dijo que los incidentes en Cisjordania y Gaza —gobernados por gobiernos palestinos rivales— no estaban relacionados, pero prometió que Israel respondería.
“Es una situación inaceptable para nosotros y a pesar de la dificultad de hacer frente a un agresor individual que tiene por fin matar judíos, actuaremos con la fuerza para hacer daño a los que realizan estos ataques”, dijo.
Cisjordania y Gaza, ubicados en lados opuestos de Israel, son gobernador por gobiernos palestinos rivales. Israel y la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania, realizan conversaciones de paz con el fin de poner fin a decenios de conflicto y establecer un estado independiente para los palestinos.
Hamás, los gobernantes de Gaza, se niega a reconocer a Israel y exhorta a su destrucción. Funcionarios israelíes y palestinos concuerdan con que la violencia procedente de Cisjordania está relacionada con las conversaciones de paz, aunque se acusan mutuamente.
Los palestinos dicen que la atmósfera es resultado de la frustración sobre la percibida falta de avance en las negociaciones de paz mientras Israel sigue construyendo asentamientos en tierras que los palestinos reclaman para su futuro estado.
El miércoles, un funcionario israelí dijo que el primer ministro Benjamin Netanyahu planeaba anunciar la semana un nuevo asentamiento. “Políticamente, no hay señal de esperanza, y en el frente económico, tampoco”, dijo Jihad Harb, un comentarista palestino.
“La gente está frustrada por los grupos políticos que no les han llevado la independencia, así que actúan individualmente”. Por su parte, líderes israelíes acusan a los palestinos de incitar al odio.
“Los ataques terroristas de los últimos días son resultado directo de la incitación y el odio propagado en las escuelas y los medios palestinos”, dijo Mark Regev, portavoz de Netanyahu. “Estamos desencantados de que hasta el momento el presidente (Mahmud) Abbas no ha condenado estos actos de terrorismo, como uno esperaría de un aliado en conversaciones de paz”.
Pero Yohanan Danino, jefe de la Policía Nacional de Israel, ofreció una explicación ligeramente diferente al decir que desde hace mucho se teme que los extremistas palestinos aumenten sus actividades para socavar las conversaciones de paz. “Desafortunadamente, nuestro pronóstico ha resultado cierto”, dijo.