Tania Hidalgo 
“El problema de Haití es grave, por que ni siquiera tiene quien lo gobierne”, afirmó ayer el obispo de la Iglesia Evangélica Dominicana, Miguel Ángel Cancú.
“Se ha tratado de reforzar más la frontera, pero hay otro problema, y es que los haitianos se van de un lado y regresan por otro lado y siempre vamos a tener ese cúmulo de haitianos en el país, porque no hay control migratorio”, precisó.
Dijo que lograron recaudar recursos y un furgón para llevarlo a la vecina nación en calidad de donación y no pudieron hacerlo por la inseguridad imperante. El reverendo espera que esa nación se organice y resuelva su problema de manera interna.
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El obispo evangélico fue consultado sobre la crisis haitiana durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Se recuerda que a un costo superior a los RD$1,750 millones de pesos, el gobierno construye la primera etapa de una verja perimetral en la frontera para controlar los flujos transfronterizos comerciales y migratorios, enfrentar el contrabando y el tráfico de estupefacientes, entre otros.
