BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Los nuevos impuestos llamados “reforma” unas veces y “rectificación fiscal” otras, no serán suficientes para las “necesidades” del gobierno en el 2007.  De la “negociación” del Presidente de la República con la firma extranjera Verizon, mediante la cual aceptó que la telefónica pagara aproximadamente un tercio del monto exigido por la Dirección General de Impuestos Internos, hay mucha tela por donde cortar.

Nadie tiene derecho a “negociar” impuestos si se respeta el artículo 110 de la Constitución de la República, el cual copio a seguidas:

“Art. 110.- No se reconocerá ninguna exención, ni se otorgará ninguna exoneración, reducción o limitación de impuestos contribuciones o derechos fiscales o municipales, en beneficio de particulares, sino por virtud de la ley. Sin embargo, los particulares pueden adquirir, mediante concesiones que autorice la ley, o mediante contratos que apruebe el Congreso Nacional, el derecho irrevocable de beneficiarse, por todo el tiempo que estipule la concesión o el contrato, y cumpliendo con las obligaciones que la una y el otro les impongan, de exenciones, exoneraciones, reducciones o limitaciones de impuestos, contribuciones o derechos fiscales o municipales incidentes en determinadas obras o empresas de utilidad pública o en determinadas obras o empresas hacia las que convenga atraer, para el fomento de la economía nacional, o para cualquier otro objeto de interés social, la inversión de nuevos capitales”.

La Constitución es muy clara y no se debe interpretar. Por ello, en una actitud “inteligente” el gobierno acepta un cheque por el pago de lo exigido por Impuestos Internos, con un concepto diferente al de pago de impuestos, dizque para no violar la Carta Magna. ¿A quién pretenden engañar con esa otra jugada sucia?

Mi preocupación por la lógica baja en los ingresos fiscales para el 2007 es porque imagino que muchos grandes contribuyentes argumentarán que lo que es igual no es ventaja, ya que en la parte final del párrafo número 5 del artículo 8 la Constitución se establece que:

“La ley es igual para todos, no puede ordenar más que lo que es justo y útil para la comunidad ni puede prohibir más que o que le perjudica”.

Tengo para mi que los grandes industriales, ganaderos, finqueros, banqueros, se acogerán a la negociación con el Presidente de la República, para pagar sólo una tercera parte de los tributos correspondientes al 2007, y deben ser tratados igual que a Verizon.

Dado que el gobierno se embolsicará nada más que la mitad de los impuestos de las grandes empresas comerciales, industriales y agropecuarias, la disminución de los ingresos será considerable y, en un año preelectoral, el gobierno no dispondrá de grandes sumas para la ración del boa, con fines a las elecciones de mayo del 2008.

¿Cómo se pagarán las botellas actuales, si se congela la nómina pública, con un porcentaje tan limitado de ingresos?

¿Continuará el desequilibrio en la inversión pública, cargado para la construcción del Metro y liviano para educación, salud, energía, etc.?

Además, ¿se quedará Juan Hernández en su puesto de Impuestos Internos después que su Presidente lo ninguneó y lo desautorizó?

Si se había procedido al sometimiento de Verizon y se había apoderado un tribunal ¿puede seguir la acción luego de un desistimiento del gobierno?

El asunto no para ahí, hay más sobre este descaro.