Si el Congreso Nacional aprueba el “Proyecto de Ley de “ Modernización Fiscal” como lo sometió el presidente Luis Abinader, el sector agropecuario va a sufrir un descalabro, echando por la borda el esfuerzo del Gobierno por mantenerlo a flote, ante las amenazas del cambio climático y las plagas y enfermedades.
Además, esa “Modernización Fiscal” llevaría a “la clase media” al abismo, porque hace tiempo que está a la deriva con tantos aumentos de precios de los alimentos y servicios y los salarios con años iguales
Agroempresarios, preocupados por los problemas que puede traer esa reforma, expresan que el Gobierno debe actuar con cautela para evitar consecuencias lamentables, como las registradas en el Gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco en 1984, fruto de los aumentos de precios desorbitantes que provocaron una poblada que degeneró en saqueos y destrucción de comercios y decenas de muertos, al tirar la guardia a las calles de los barrios de la capital.
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Consecuencias campo
Las consecuencias de una reforma como está, serán desastrosas para los productores agropecuarios que tendrían que reducir sus áreas de producción, por disminución del consumo a causa de los impuestos hasta a la batata, ñame, yautía, habichuela, frutas (mango, aguacate, naranja, limón, sandía y chinola, entre otras); vegetales (lechuga, tomate, ajíes, berenjena, pepino, repollo, vainitas, auyama y papa), verduras y más. Habrá menos consumo.
Claro está, los impuestos a esos y otros productos se los van a cobrar a “la clase media” y a los ricos que son los que compran en los supermercados. ¿A caso, irán inspectores de Impuestos Internos a cobrarles a los venduteros de carretillas, triciclos, plataneras y a las marchantas que andan con poncheras en la cabeza?
Parece jocoso, pero no lo es. Simplemente, es una forma para advertir que hay cosas que a veces son más la sal que el chivo. A los genios que se les ocurrió recomendarle al presidente Abinader ponerle impuestos a las frutas y vegetales, deben condecorarlos con la “Orden del Chasco”, por tan brillante idea. Ponerle impuesto a un aguacate, es increíble. No cabe en la cabeza de ningún dominicano. En consultas a productores del agro, comerciantes mayoristas y minoristas de esos productos, técnicos agrícolas, consultores, amas de casa, periodistas, médicos, choferes y mensajeros, coinciden en que los productos básicos de la canasta familiar, no deben ser gravados.
Necesaria
Es cierto que la reforma fiscal no se debe postergar más, porque el país la requiere, pero también se debe ser justo y no cargarle tanto el lado a la carga de los del medio y de los pobres, con impuestos hasta a la batata. ¿A quien se le ocurre en este país ponerle impuestos a la tayota, a la berenjena, ajíes, recaíto verde, al limón agrío, a la jagua, al tamarindo, a la guayaba sabanera.
Deberían incluir también, el musú que usan algunos para bañarse; pero por Dios, adonde vamos a llegar así, me dijo un señor de más de 80 años.
Legisladores
La población confía en que los senadores y diputados no van a “sancochar” aprobando a la carrera la Reforma Fiscal que viene a sacrificar más a los consumidores con la carga impositiva a la comida, menos siete productos del sector agropecuario. Los legisladores deben tomar en cuenta que en ninguna parte del mundo los víveres, frutas y vegetales frescos pagan impuestos. Todo eso, debería ser sacado de la reforma debido a que reduce el poder adquisitivo de la llamada clase media y de los pobres. “Con la comida no se juega”, me dijo una ama de casa, cuando le pedí su opinión sobre la reforma fiscal propuesta por el presidente Abinader. Me comentó que los funcionarios que estructuraron esa reforma, parece que no tienen familias que compran comida en supermercados, colmados, ventorrillos, plataneras y vendedores de triciclos y carretillas. Esa ama de casa, recordó que la mayoría de los senadores y diputados son de pueblos, y que a lo mejor, muchos de ellos son hijos de hacendados, productores agrícolas y pecuarios o compradores.
Presidente abre diálogo
El Gobierno, por boca del presidente Abinader, está dispuesto a escuchar sugerencias a la Reforma o “Modernización Fiscal” con fines de modificar algunas de las propuestas. El ministro de Hacienda, José (Jochi) Vicente, dice que el Gobierno está abierto al diálogo. Además, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, afirma que no descarta que la pieza sea modificada.
La oposición
Ninguno de los líderes de la oposición quiere la Modernización Fiscal del Gobierno. El expresidente Leonel Fernández sostiene que el proyecto de ley de reforma del presidente Abinader es un “bombazo fiscal contra los que menos pueden” y sugiere se retire del Congreso para discutirlo y escuchar a todos los sectores. Diferentes asociaciones empresariales han solicitado se modifique el proyecto de reforma.