El tema de los permisos y la participación de los jugadores de Grandes Ligas en el béisbol invernal dominicano siempre ha sido uno muy espinoso.

Los equipos y fanáticos locales siempre se han quejado de las famosas prohibiciones que ejercen los clubes de la Gran Carpa sobre algunos de los más destacados jugadores.

Pero en esta ocasión la queja trae otra vertiente que podría ser más preocupante que otra cosa.

Los Angelinos de Los Angeles se comunicaron con los Tigres del Licey como consecuencia del incidente del pasado sábado en el estadio Julián Javier, donde Erick Aybar inició un pleito que degeneró en tiraderas de botellas plásticas y demás de los fanáticos y la posterior respuesta de los peloteros del equipo del Licey, ya conocido.

“Los Angelinos se comunicaron con el equipo y expresaron su preocupación por el hecho de que Erick Aybar se viera envuelto en un incidente con fanáticos, pero les explicamos que ese no fue el caso”, dijo el presidente del Licey, José “Pepe” Busto durante la premiación del programa El Beisbolista de la Semana, celebrada en el bar del Estadio Quisqueya.

De manera semejante se expresó el gerente general del conjunto azul, Fernando Ravelo al hablar en el programa Impacto Deportivo en Radio.

Desde ocurrido el incidente, creció una preocupación generalizada de que varios equipos de las Grandes Ligas podrían inclinarse a pedirle a sus jugadores que no vean acción en el país para evitar situaciones similares.

Esa posibilidad fue planteada por el presidente de los Gigantes del Cibao, Laurentino Genao, al conversar con redactores de Hoy al principio de la semana y por lo visto no estaba equivocado por el temor.

Por el momento, los Angelinos no han bloqueado a Aybar ni a ningún otro de sus jugadores, pero no se sabe qué esperar luego.

El caso Aybar

El torpedero Erick Aybar fue una de las figuras que generó el pleito del pasado sábado en el Estadio Julián Javier al ser golpeado por segunda ocasión en dicho partido. Aybar caminó hacia el montículo con un bate en sus manos y eso provocó que se vaciaran las bancas y ocurrieran los demás incidentes. Los Angelinos ahora están preocupados.