¿Preocupación o injerencia?

¿Preocupación o injerencia?

Entiéndese por preocupación, la anticipación o previción sobre alguna cosa, sobre todo alguna contingencia; y por injerencia, introducirse en una dependencia o negocio; introducir una cosa en otra; entremeterse. ¿Qué es si no injerencia los juicios emitidos por el enviado especial de los Estados Unidos, el subsecretario de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Roger Noriega? El señor Noriega dijo el pasado jueves 11 en la solemne sala de la Asamblea Nacional ante Senadores y Diputados que la economía dominicana «está en un desorden profundo» a la vez que calificó como muy sana la capacidad productiva de la nación. Dijo también que las autoridades dominicanas «deben actuar» ante «los casos de fraude bancario hasta las últimas consecuencias, con una aplicación rigurosa y transparente de las leyes dominicanas». Que «estos casos son demasiado importantes como para que ustedes (refiriéndose a los legisladores) le resten importancia»; que «no hay soluciones simples para problemas profundos…» Dijo además que las ejecutorias del gobierno para hacer frente a la crisis «exigirá sacrificios y decisiones firmes» y «la responsabilidad de los legisladores es examinar inmediatamente las propuestas del gobierno y votar pronto por el bien común del país». Y entre otras cosas, «que los Estados Unidos no es un observador indiferente ante los problemas de la República Dominicana». Esa augusta sala del Congreso Nacional es el símbolo que rememora el nacimiento de nuestra Constitución cuyo 137 aniversario recordamos los dominicanos el pasado 6 de noviembre; cuando después de mucho sacrificio, comenzábamos por segunda vez a hablar de soberanía e independencia, basados en ejemplos dignificadores como los de Duarte y sus compañeros. En este salón puede recibirse a visitantes distinguidos de cualquier Nación amiga y hermana, pero es inapropiado que sea usado por nuestros legisladores para recibir recetas de cómo hay que hacer las cosas en República Dominicana.

Para una economía en profundo desorden, como lo sabemos todos los dominicanos y hasta el propio Presidente de la República, la preocupación y la solidaridad son buenas y válidas; pero las directrices para su manejo se van más allá de la preocupación y la solidaridad. El Editorial del vespertino El Nacional de esta fecha (11 12 03) dice «Dejad que la historia juzgue a quienes olvidan hoy que juraron defender una Constitución que proclama soberanía absoluta del Estado dominicano y que pretenden reducir esos principios a un simple ¡sí, señor!». Y esto no involucra sólo a los legisladores que escucharon «las tareas a seguir». Los partidos políticos (PLD, PRSC y PRD por supuesto) indistintamente califican los pronunciamientos; y las reuniones del señor Noriega con distintos sectores, como una justa preocupación y una muestra de solidaridad. Reynaldo Pared Pérez, Secretario General del PLD, dijo que lo que el funcionario Estadounidense ha dicho en público es lo que les dijo a ellos en la reunión que sostuvo en la Embajada de Estados Unidos. Jonny Jones, Secretario Político del PRSC considera que «injerencia es cuando hay una decisión tomada y una nación quiere cambiar un resultado o el curso de la historia de un país». Y Eligio Jáquez, coordinador del PPH estimó que la presencia de funcionarios estadounidenses anima el ambiente político, le da seguridad a todo el mundo y consolida el sistema democrático. Estas consideraciones pueden resultar muy aceptables si se toma en cuenta que estamos en la antesala de unas elecciones presidenciales para las que faltan sólo seis meses y en un momento en que se «pelea» asumir el Poder; más aún ante un importante representante de un país que los aspirantes políticos siempre buscan de alguna forma ganarse su simpatía. ¿Es que no se dan cuenta de los mandatos que nos están dando sobre el manejo de nuestra economía, de las leyes y de casos judiciales?

¿Qué dirán esos mismos dirigentes y los partidos políticos que representan de los elogios hacia el presidente Hipólito Mejía hechos por el señor Noriega?; sobre todo, si toman en cuenta que dichos elogios (y no los estamos cuestionando) se hacen tres días antes de la otra Convención del PRD que elegirá el candidato de esa facción para las elecciones de mayo próximo; más aún cuando se trata precísamente del presidente Hipólito Mejía y la tan cuestionada reelección, aspecto éste que para muchos sectores de opinión, se ha constituido en el matiz político del desorden económico que sólo los dominicanos debemos reconocer que tenemos y buscarle las soluciones. Con los elogios al presidente (a lo que el señor Noriega tiene el derecho y se lo respetamos) no se necesita hacerle más oposición a la reelección; ni reclamar el retorno de los soldados en Irak. Es claro que mientras se habla de preocupación, solidaridad o injerencia; ya muchas cosas quedan definidas. ¡Adelante, pues! Que la República Dominicana ha de seguir siendo un país libre y soberano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas