Preocupación por el agravamiento
de la salud del Papa

Preocupación por el agravamiento<BR> de la salud del Papa

CIUDAD DEL VATICANO, Mar 22 (AFP) – El estado de salud de Juan Pablo II se agrava e inspira mucho temor, otorgando un aire dramático a las celebraciones de Semana Santa, de las que el Papa está muy ausente por primera vez en su pontificado.

«El Papa está peor que cuando estaba en el hospital», sostiene Orazio Petrosillo, vaticanista del diario Il Messaggero, confirmando indirectamente el motivo de los rumores que circularon el lunes en la noche sobre una nueva hospitalización del pontífice e inclusive de que estaba agonizando.

Según el mismo diario, hasta el fiel secretario particular del pontífice, monseñor Stanislaw Dziwisz, ha perdido el optimismo y le confió a un sacerdote polaco que «ore por el Papa porque su estado de salud se agrava».

Por su parte, los médicos que cuidan al jefe de la Iglesia católica intentan tranquilizar a los católicos de todo el mundo y aseguraron que «no hubo ninguna agravación en los últimos días» de su estado de salud general.

La convalecencia iniciada después de la traqueotomía continúa con altibajos, sostiene por su parte el Corriere della Sera.

El diario La Repubblica hablaba en cambio de una crisis respiratoria debido «probablemente a la acumulación de mucosa en la garganta».

Otros diarios sostienen que la cánula que le instalaron el 24 de febrero en la tráquea para ayudarle a respirar fue cambiada, lo que le provoca dolores y molestia.

En ese clima de incertidumbre, alimentado por la ausencia de noticias oficiales del Vaticano, numerosos rumores se propagaron en Roma, los cuales fueron desmentidos por fuentes autorizadas, que aseguraron que todo estaba normal.

No se descarta que el Papa, de 84 años y que sufre la enfermedad de Parkinson, regrese al policlínico Gemelli, donde pasó 28 días internado desde el 1 de febrero cuando sufrió la primera grave crisis respiratoria.

Durante la noche se llegó a decir que estaba muriendo y que inclusive había fallecido, por lo que fueron enviados camiones de trasmisión de televisión en directo al Vaticano y al Gemelli.

Los temores sobre un agravamiento de salud iniciaron el domingo tras su breve aparición en la ventana de su apartamento en el Vaticano.

Contrariamente a lo que muchos esperaban, Juan Pablo II no pudo pronunciar palabra alguna y aparecía flaco y agotado además de adolorido por la cánula que tiene en la tráquea.

Debido a frágil salud, el Vaticano anuló la tradicional audiencia general de los miércoles, tal como ocurrió la semana pasada y excluyó que pueda participar en las ceremonias de Semana Santa que conmemoran la muerte y resurrección de Cristo.

Las autoridades del Vaticano esperan en cambio que el Papa pueda impartir el domingo de Pascua la bendición «Urbi et Orbe», a la ciudad y al mundo.

Es seguro que el pontífice no podrá presidir el tradicional Via Crucis nocturno en el Coliseo del viernes santo, aunque muchos confían que pueda conectarse a través de la televisión o por vídeoconferencia, como una manera de conmemorar el calvario de Cristo.

El lunes los técnicos de la televisión vaticana instalaron todos los aparatos necesarios en el apartamento del Papa, quien se podrá ver sólo a través de sistemas tecnológicos y en sus breves apariciones en la ventana de su apartamento.

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