Preocupaciones atendibles

Preocupaciones atendibles

El país está acorralado por la criminalidad. En mucho tiempo, aniquilar criminales no ha resuelto el problema. No lo resolverá en el porvenir. El combate es desigual porque a la autoridad le falta el instrumental necesario. El juez Ignacio Camacho, presidente de la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, advierte sobre el ritmo de crecimiento del narco y, con éste, de los crímenes y delitos asociados. Propone que se destinen mejores y mayores recursos para equipar la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Instituto de Ciencias Forenses, como parte de la solución.

El juez llama la atención sobre la necesidad de modificar lo que en resumen denominamos Código del Menor. Este diario ha planteado  muchas veces sobre las debilidades de ese código y  cómo propicia, más que protección, impunidad para los menores involucrados en delitos. Los narcotraficantes y otros antisociales prefieren reclutar menores y convertirlos en maquinarias ejecutoras. Las observaciones del juez Camacho son puntuales y convendría aprovecharlas. La sociedad está a merced de delincuentes y criminales que trazan las pautas de seguridad o inseguridad. Es un problema que está comprometiendo el porvenir institucional de la nación y llevando a la sociedad a aplicar soluciones propias, algunas tan indeseables como el linchamiento. Actuemos.

 

Parques para la industria

Un elemento importante en la búsqueda de competitividad es proveer  infraestructura adecuada para alojar tecnología actualizada. Desde ese punto de vista, el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (Proindustria) tiene bien ganados méritos, pues se esfuerza por lograr la conjugación de todo propósito que permita incrementar nuestra participación en los mercados, para sacar provecho a la apertura comercial.

De ahí que sería un gran logro que este organismo pudiera lograr la consignación en el presupuesto del 2009 de los recursos necesarios para terminar varios parques industriales cuya construcción  está muy avanzada, como los de San Cristóbal,  el Distrito Industrial Santo Domingo Oeste y uno coordinado con el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, para solo citar algunos. Pequeñas y medianas empresas esperan esas instalaciones para lanzarse al ruedo productivo.

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