Preocupaciones sobre educación

Preocupaciones sobre educación

La forma en que se maneja la inversión del 4% del PIB en educación es motivo de crítica por gente que conoce muy bien estos menesteres y cuyos argumentos deberían ser escuchados por el Gobierno. Los dirigentes de Coalición por una Educación Digna denuncian que el Ministerio de Educación habría abultado el presupuesto de infraestructura en detrimento de otros capítulos, que ha hecho transferencias de fondos en violación de la ley de presupuesto, que se ha descuidado el capítulo de la formación de docentes  y que ha habido tráfico de influencia para designar personal en perjuicio de gente  que ha ganado concursos. Los dirigentes de esta coalición hablaron ayer, como invitados al  almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

El Gobierno le ha dado carácter prioritario a la educación. La inversión del 4% del PIB en ese renglón es un indicio de ese interés. Pero Coalición para una Educación Digna ha hecho reparos que deben ser atendidos. No debe haber falta de transparencia en el manejo de esa inversión. La gestión por un pacto para mejorar la educación debe ser incluyente  y, por tanto, tomar en cuenta a todos los actores del sistema educativo. La continuidad del Plan Decenal  y el énfasis en la formación de docentes deben ser metas prioritarias. Las preocupaciones expuestas por la  Coalición para una Educación Digna indican que es necesario corregir procedimientos.

CONFUSIÓN DE PRIORIDADES

En nuestro país la administración del Estado tiene confundidas las prioridades. Solo eso explica que en pleno siglo 21, con el país lleno de modernidad y megaproyectos, todavía el 90.94% de los hogares carecen de suministro de agua apta para el consumo humano. Solo once de las 31 provincias cuentan con sistemas de provisión de agua almacenada. Para remachar esa realidad, un estudio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional afirma que el agua de nuestro país no es apta para que la gente la beba

La inversión en salud debe ser una prioridad para el país, pero las cifras sobre falta de disponibilidad de agua potable en los hogares indica que este aspecto ha estado desatendido por décadas. Esto explica nuestras altas tasas de enfermedades asociadas con la baja calidad del agua que consume la población. Sin duda tenemos confundidas las  prioridades.

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