Preocupan efectos de la corrupción en Educación

Preocupan efectos de la corrupción en Educación

POR CARMEN MATOS
Las distintas formas de corrupción se convirtieron ayer en el tema central de un seminario del movimiento de educación popular Fe y Alegría, en que maestros de 36 escuelas públicas del país plantearon la necesidad de educar para evitar la propagación de ese flagelo desde temprana edad.

Los profesores que asistieron al Seminario Nacional “Promoción Social Comunitaria”, denunciaron que el fenómeno de la corrupción interfiere en el sistema educativo nacional desde los nombramientos y evaluaciones, hasta los contenidos educativos, que dijeron muchas   veces  alteran para responder a  inquietudes de los estudiantes.

El director nacional de la entidad, Humberto Vandenbulcke, manifestó preocupación por la “cadena de aprendizaje” que aseguró ocurre cuando un niño ve que sus padres incurren en el macuteo y otras prácticas ilícitas.

“La corrupción es producto de una cultura de sobrevivencia y de la pobreza que se expresa mayormente en una gran debilidad de las instituciones nacionales”, consideró.

En tal sentido, expuso, surge  la necesidad de que  personas busquen dádivas y soluciones fáciles a lo que establecen las instituciones públicas nacionales.

Finalmente Vandenbulcke argumentó que la intervención de la corrupción en la escuela depende del grado en que los padres y educadores incidan en esas prácticas, perpetuando  esas conductas en los estudiantes.

Sin embargo, para el educador, la inversión estatal y social en educación sigue siendo la principal carencia del sistema que lamentó “todavía presenta muchos escollos”.

Otra inquietud de los educadores que asistieron a la reunión desde Barahona, La Vega, Santiago, Dajabón y otros puntos del país fue la influencia de la globalización en el aumento de las desigualdades entre los alumnos para el acceso a tecnologías y  conocimientos.

En ese sentido, una maestra de Cutupú, La Vega, planteó la discusión de cómo el paso de la tormenta Noel contribuyó para aumentar la brecha entre los grupos estudiantiles, que dijo “hizo más pobres a los necesitados”.

Otros abogaron por crear iniciativas para fortalecer la educación para adultos de forma que resulten beneficiados los padres de familia que aún no han terminado su educación.

Fe y Alegría funciona en el país desde el año 1991 y tiene 35 centros a nivel nacional, la mayoría de los cuales funcionan en barrios marginados de esta capital.

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