El colapso de las empresas textiles de zona franca radicadas en Santiago ha causado una depresión muy fuerte en la economía de la región.

De manera directa, se estima en más de treinta mil los empleos suprimidos en virtud del cierre de varias empresas y ese hecho ha tenido efectos terribles en miles de familias.

Una consecuencia directa de la supresión de tantos empleos es la drástica disminución en el consumo y uso de bienes y servicios y el desmejoramiento de las condiciones de vida de las familias afectadas.

De todo eso se deriva una fuerte contracción en el movimiento del comercio y en la economía informal.

El cierre de fábricas tiene un efecto dominó que determina serios perjuicios para los pequeños negocios y venduteros que operan en las periferias de las zonas francas.

La economía regional se resiente y, en mayor o menor medida, ese fenómeno tendrá efectos en el desempeño de la economía nacional.

– II –

Todo el conjunto de perjuicios derivados del cierre de empresas y despido de miles de empleados tiene efectos en el comportamiento de los ingresos fiscales y por esa vía se refleja en las finanzas públicas.

La situación es como para considerarla de gravedad y para proceder en consecuencia.

Los empresarios de Santiago le han expresado al Presidente Leonel Fernández sus preocupaciones, pero también su disposición de trabajar para superar la crisis.

Gobierno y empresarios, por tanto, tienen que sumar esfuerzos para encontrar fórmulas que permitan aminorar los efectos provocados por esta situación, que si bien depende en gran medida del comportamiento de los mercados textiles por la pujanza en ese campo de China, Vietnam y la India, también tiene componentes locales plenamente conocidos.

La economía de Santiago y las condiciones de vida de miles de familias han resultado sensiblemente afectadas. Gobierno y empresarios tienen que actuar juntos en el diseño de estrategias de solución que estén a tono con estas circunstancias.