La preparación de un gigantesco asopao, promovido por el programa Sábado de Corporán para ser repartido entre los moradores del barrio Los Humildes, del sector Capotillo, degeneró en una balacera.

Lo que en principio parecía que iba a ser un acto de recreación, para compartir entre amigos y vecinos del barrio, terminó con un enfrentamientos a balazos y pedradas.

Los moradores, encabezados por el padre Osvaldo Sánchez y Sandra del Castillo, antigua productora del programa de televisión «Los Niños Pueden», impidieron que los productores del programa Sábado de Corporán repartieran el asopao, porque su productor Rafael Corporán de los Santos, según ellos, dijo que le iba a matar el hambre a los moradores de Capotillo.

Sánchez y del Castillo dijeron que en principio se coordinó con el empresario Rafael Corporán de los Santos la repartición de un asopao para las mujeres de los Proyectos Unidos de la Escuela Paz y Bien, actividad que se iba a pasar por televisión en el programa Sábado de Corporán.

Dijeron que se trató de una burla, porque a eso de las cinco de la tarde, los productores del programa les dijeron que no era posible que la actividad se transmitiera por televisión.

Expresaron que ante esa situación, determinaron que el asopao se lo llevaran a otro lado, en vista de que, según ellos, las madres de los Proyectos Unidos no fueron acreedoras o tomadas en cuenta para participar en el programa de televisión, donde pudieran expresar sus quejas e inquietudes.

«…Los ricos odian, desprecian a los pobres, los ricos maldicen a los pobres, pero nosotros tenemos un compromiso, y es con Dios y con los pobres», dijo el cura Sánchez al rechazar la repartición del asopao.

[b]SANDRA DEL CASTILLO[/b]

La antigua productora del programa «Los Niños Pueden», Sandra del Castillo, explicó que la intensión era que la repartición del asopao se transmitiera por televisión, para que las madres de los Proyectos Unidos de la Escuela Parroquial Paz y Bien denunciaron una serie de males que afecta a la comunidad.

Del Castillo, representante del grupo de mujeres Proyectos Unidos, dijo que por ejemplo a través del programa se pretendía denunciar que más de 2 mil niños e encuentran sin maestros en el Centro Parroquial Paz y Bien.

Declaró que esos niños estudian con maestros voluntarios, porque los titulares fueron trasladados a otros lugares.

Terminada la intervención de Del Castillo y el sacerdote se procedió a desmontar con una grúa el gigantesco recipiente donde se hizo el asopao.

Una vez desmontado el recipiente se originó una pedrea, lo que motivó que los policías respondieran con bombas lacrimógenas y balazos.

El intercambio a balazos y pedradas se prolongó por varias horas, en medio de un desorden caracterizado por la quema de neumáticos y desperdicios.

Al lugar fueron enviadas varias unidades del Departamento Contramotines de la Policía, cuyos miembros intentaron por varias horas de controlar a los manifestantes.