Jesús Feris Iglesias 
A diferencia de las enfermedades catastróficas – como el cáncer que tiene tratamiento aunque costoso – el Ébola, que aún no tiene tratamiento ni vacuna para prevenirla, también es sumamente costosa su atención por la alta letalidad que produce un microorganismo viral que mide 0.85 nanomicra.
El costo en esta enfermedad está relacionado con la protección del personal de salud que atiende al paciente afectado, con el esfuerzo epidemiológico en la búsqueda de los contactos potenciales y el aislamiento del enfermo, entre otros. Se ha calculado que una semana de tratamiento cuesta aproximadamente unos US$50, 000.00 dólares.
El país se ha estando preparando para enfrentar al Ébola, lo que constituye un paso de avance pues hace un mes estábamos desprotegidos totalmente. La buena a noticia es que el pasado viernes 7 del corriente se hizo el primer ejercicio práctico en la preparación y manejo de un caso sospechoso. En este ejercicio participaron el MSP, COE, FFAA, PN, AMET, Sociedad Dominicana de Infectología, Colegio Médico Dominicano, CDC, OPS/OMS, IDAC, DGM, DGA, CESAC, Aerodom y la Comisión Nacional Asesora, de la cual formamos parte.
A las seis en punto de la mañana de la fecha mencionada nos dimos cita todos los que participamos en este ejercicio en el Hospital Militar Docente Dr. Ramón de Lara, de la Base Aérea de San Isidro. Nos recibió el Director del hospital, quien nos condujo por las áreas preparadas para la atención de casos probables de Ébola. Visitamos la recepción de la ambulancia, el recorrido con el probable paciente, la sala donde el personal de salud se viste con las batas especiales, botas, guantes, mascarillas y careta protectora. Luego pasamos a la Unidad de Cuidados Intensivos, y posteriormente al área reservada para desvestirse con todas las precauciones de lugar.
A las siete de la mañana, reunidos en el Salón de Actos, se nos informó nuestras responsabilidades y cada grupo partió hacia el lugar que le correspondía: un grupo de profesionales de la salud y evaluadores al aeropuerto, otro al Centro Nacional de Enlace y un tercer grupo se quedó en el hospital.
A las 10 de la mañana se programó iniciar la actividad y, justamente, a la hora acordada Migración detecta al probable pasajero sospechoso de haber contraído Ébola e inmediatamente llama a la Unidad Médica del Aeropuerto. Ésta se viste con los trajes de protección y lleva al pasajero a aislamiento del aeropuerto.
La Unidad Médica se comunica de inmediato con el Centro Nacional de Enlace y los epidemiólogos y camilleros se visten con batas protectoras, llaman a Emergencias y Desastres para activar la ambulancia hacia al aeropuerto con franqueadores y se informa a la Ministra de Salud, a la Coordinación Nacional Asesora y al Centro de Operaciones de Emergencia.
Esta alerta se transmite, igualmente, al hospital donde se encuentran los profesionales de la salud que manejarán los casos, los cuales se activan y, desde luego, se visten con trajes de protección. Es necesario señalar que vestirse con la indumentaria reglamentaria lleva alrededor de 45 minutos. Lo mismo sucede al desvestirse, pues una persona que se vista o desvista con estos trajes, debe seguir estrictamente paso a paso todos los requerimientos con un orden establecido. Otra persona, además del coordinador, deberá observar cualquier error en el proceso para evitar fallas fatales. Dejamos testimonio que todo el procedimiento se realizó sin errores.
Queremos reconocer que el país se está preparando lo suficientemente para manejar un potencial caso de Ébola. La labor rápida y efectiva que en este caso ha desarrollado la nueva Ministra de Salud, la Dra. Taty Guzmán Marcelino, merece nuestras felicitaciones.
