SANTIAGO (AFP).- El gobierno chileno y el Ejército preparan el marco protocolar que tendrá el funeral del ex dictador Augusto Pinochet, afectado hace ocho días por una crisis vascular que determinó su urgente hospitalización, informó este domingo el diario La Tercera.

   La versión fue publicada mientras la Corte Suprema se apresta a entregar su veredicto final para ratificar o anular la orden de arresto que enfrenta el ex dictador (1973-1990) desde el 13 de diciembre.

   Pinochet, de 89 años, dejó el Hospital Militar el miércoles pasado, donde permaneció cinco días luego del accidente cerebro-vascular que puso en alerta al gobierno de Ricardo Lagos y al Ejército que comanda el general Juan Emilio Cheyre, indicó el rotativo.

   «Cheyre, tras enterarse en el Hospital Militar de la evolución de Pinochet, se comunicó con el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, y con el secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, para advertirles sobre un eventual desenlace fatal», escribió el matutino, que no identificó sus fuentes.

   Lagos «no ordenaría un funeral de Estado ni duelo oficial» y «no asistiría a sus exequias», afirmó la versión. Sin embargo, Pinochet recibiría honores militares y sus restos serían cremados.

   «Si ése es el caso, la ceremonia se efectuará en uno de los cinerarios autorizados de Santiago. El ritual contempla que el féretro de Pinochet, una vez en el cementerio, sea cubierto con la bandera nacional, que luego le será entregada a su esposa Lucía Hiriart», agregó La Tercera.

   La crisis vascular que lo hizo perder el conocimiento en su residencia de La Dehesa, zona este de Santiago, sorprendió a Pinochet cuando se aprestaba a viajar a su finca costera de Los Boldos (110 km al oeste de la capital) para cumplir el arresto domiciliario que ordenó el juez Juan Guzmán Tapia.

   El magistrado inculpó a Pinochet el 13 de diciembre por los asesinatos y desapariciones forzadas que dejó la «Operación Cóndor», un plan secreto que aplicaron las dictaduras militares sudamericanas en los años 70 para eliminar a sus opositores.

   No obstante, el arresto y el proceso quedaron paralizados temporalmente cuando los abogados de Pinochet presentaron un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

   Pero la Corte de Apelaciones ratificó la orden del juez el 20 de diciembre, mientras Pinochet cumplía su tercer día de hospitalización.

   Tras ese fracaso, los abogados pidieron la intervención de la Corte Suprema, que el miércoles conoció los argumentos en favor y en contra del ex dictador y quedó en condiciones de emitir un dictamen definitivo e inapelable, que posiblemente se conocerá esta semana.

   La Corte Suprema liberó a Pinochet de un primer proceso en Chile el 1 de julio de 2002, cuando aceptó un informe médico que diagnosticó demencia moderada y estableció que sus condiciones mentales no le permiten defenderse ante los tribunales.

   En ese primer juicio, también a cargo del juez Guzmán Tapia, Pinochet fue acusado de asesinatos y secuestros, por algunos de los más de 3.000 muertos y desaparecidos que dejó su régimen.