Laguna Salada. VALVERDE. Con un majarete para dos mil personas, preparado con 600 litros de leche y cuatro quintales de maíz, moradores del distrito municipal La Caya, rindieron homenaje al maíz, producto agrícola que sirvió de sustento a las familias de esa comunidad en los tiempos de sus peores crisis.
Autoridades locales, padres de familia, comerciantes, profesionales y personas del pueblo se convirtieron en cocineros y prepararon ocho grandes calderos de majarete, normalmente degustado como postre y ahora como manjar de celebración, pero que en otros tiempos fue el más asequible y preciado alimento de la dieta diaria.
El objetivo del encuentro-majarete, organizado en ocasión de las fiestas patronales Nuestra Señora de La Altagracia, fue exhibir abundancia, como una forma de recordar las precariedades vividas por decenas de familias que sufrieron en carne propia los efectos de dos fuertes sequías en los años 1959 y 1977.
Según los moradores de mayor edad, el fenómeno de la naturaleza, repetido en dos ocasiones, afectó sensiblemente la producción agrícola y ganadera en ese poblado.
En esos años no podíamos comprar arroz ni víveres, y no teníamos de donde echar mano. Lo único que podíamos adquirir a bajo precio era maíz y había, que ir bien lejos a buscarlo, afirma Eddy Almánzar, mejor conocido como Nano Comercial, quien explica que el desayuno, el almuerzo y la cena eran preparados con ese cereal.
Señaló que tenían que ir a buscar el producto a La Isabela, Gualete y Barrancón, comunidades de la provincia Puerto Plata, porque era que aquí no se cosechaba nada debido a la falta de agua, y no teníamos dinero para comprar ningún otro alimento.
De su lado, Rafael de Jesús Batista (Caimito), expresó que la festividad tuvo motivo de celebración por haber superado esas crisis, y consistió en preparar ocho calderos de majarete para que comieran dos mil personas.
Recordó que en los tiempos de precariedades debido a las sequías el desayuno era con majarete; al mediodía el almuerzo era bollos, y en la noche la cena era un chocolate, también preparado con maíz.
Al final de la década del 50 y en 1977 la crisis era tan profunda que había familias cuyas vestimentas eran un solo remiendo, porque no recibían dinero ni para comer, y mucho menos para comprar ropa, precisó Caimito Batista.
Indicó que los cayeros están agradecidos de Dios porque los ayudó a salir de la crisis.
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El evento fue auspiciado por el director de la junta distrital, Eddy Nolasco, el empresario Eddy Almánzar.
En La Caya, antes de las sequías se producía cebolla, tabaco, hortalizas y otros rubros agrícolas, y se criaba ganando, chivos y otros animales, según Bartolo Álvarez y Martha María Hernández.