Para asegurar más la inocuidad de los alimentos que llegan a nuestras mesas, en el país se está estructurando un proyecto piloto sobre trazabilidad o rastreabilidad de los productos de origen agropecuario, con el apoyo del Ministerio de Economía y de Los Estados Unidos.
Este concepto de trazabilidad que parece nuevo, pero que en realidad no lo es, se puede definir como una herramienta para fortalecer los sistemas de inspección y certificación y se ajusta básicamente a la sanidad agropecuaria.
El proyecto piloto para el establecimiento de un Sistema Nacional de Rastreabilidad Agropecuaria en el país es preparado por un equipo de consultores nacionales e internacionales, a cargo del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF), según el gerente de Planificación de esa entidad, Teófilo Suriel. En el marco regulatorio del proyecto trabaja el chileno Roberto Rojas Fabris, abogado, consultor y empleado del Servicio Agrícola y Ganadero del Ministerio de Agricultura de ese país
El proyecto tiene una duración de 18 meses y es apoyado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
La inspección y la certificación apuntan a que las personas tengan la seguridad de que están consumiendo alimentos inocuos (aptos para el consumo), explica Rojas Fabris. Además la rastreabilidad trae otros beneficios que buscan la mejoría de los sistemas de gestión de la producción agropecuaria que mejorá la seguridad alimentaria. Para que la trazabilidad sea efectiva, el grupo que sea tiene que entender que hay que hacer las cosas de forma distinta, dice el consultor, y precisa que si ha estado trabajando con registros le va a hacer mucho más fácil entrar al sistema, pero si no está acostumbrado a incorporar los elementos propios de la trazabilidad, de un registro de todo lo relacionado con el producto y compartir informaciones, sería más difícil.
Observa que hay principios de confiabilidad, de proteger la información sensible de los productores, pero todos estos elementos que mencioné anteriormente tienen que estar dispuestos a asumirlos y tienen que vislumbrar los beneficios que van a recibir.
La clave
Trazabilidad
El punto de partida es establecer guías o las bases que les puedan servir como tutor al país para establecer a futuro un sistema regulado de trazabilidad. Ojalá ese objetivo se pueda cumplir. Rojas Fabris espera que la experiencia de Chile le sirva a República Dominicana para establecer la rastreabilidad y que las autoridades y el sector privado entiendan que este programa los va ayudar, ya que contribuye a mejorar las exportaciones.