Preparar café italiano se pone de moda en Egipto

Preparar café italiano se pone de moda en Egipto

El Cairo.  EFE.  En Egipto, donde los tradicionales cafés árabes invaden el paisaje urbano, preparar una taza de café italiano se ha convertido en una profesión de moda de estos  días, cuyos secretos se enseñan en la sede cairota de la “Universidad del Café de Trieste”.

Mientras en los cafés populares, conocidos en árabe como “baladi”, puede trabajar cualquier joven acostumbrado a preparar en su casa un café turco, en las cadenas de café internacionales que han empezado a proliferar en los barrios más acomodados se busca a “baristas”, profesionales del café italiano.

Para quienes aspiran a un puesto detrás de las barras de estas cafeterías, aprender el arte del café italiano se ha convertido en una necesidad.

Cientos de jóvenes egipcios se matriculan en cursos en el único centro educativo que actualmente enseña esta profesión en Egipto, la “Universidad del Café de Trieste”, que la empresa cafetera italiana Illy abrió en El Cairo en 2007.

“El término barista, que en italiano significa la persona que prepara el café, es cada vez más común entre los egipcios”, dijo a Efe el director de la “Universidad del Café en Egipto”, Ahmed Yusef.

Explicación.     Este experto explica que hace cinco años, cuando el mercado de los cafés occidentales empezó a crecer de manera rotunda en Egipto, faltaba la mano de obra que ofreciera un café «siguiendo los estándares establecidos».

“Hasta en los hoteles de cinco estrellas, cada taza de café estaba hecha de una manera distinta y sin normas profesionales”, el añadió Yusef un experto en el tema del café.

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Curso de café

Experiencia aromática

El curso básico, de un día de duración, cuesta 500 libras (unos 100 dólares) y la matrícula del avanzado, que se prolonga durante cuatro jornadas alcanza las 3.750 (unos 750 dólares), unos precios que no están al alcance de todos los bolsillos.

A pesar del elevado precio Yusef confiesa que el número de «candidatos es cada vez mayor, sobre todo, porque el trabajo de barista está bien remunerado».

El único requisito que se pide a los jóvenes aspirantes a estudiar en esta academia creada por Illy en Trieste en el año 2000 para promocionar la cultura del café, es hablar una segunda lengua.

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