Siempre es agradable disfrutar de algo dulce después de las comidas o a media tarde a modo de merienda.
Las mermeladas -y más si son caseras- se prestan para estos fines. Degustarlas sobre una tostada o una galleta es sin duda una forma de halagar el paladar.
Hacerlas en casa permite garantizar la calidad de lo que se está consumiendo y agradar a los suyos de una manera más personalizada, ya que la misma llevará su toque diferenciador.
¿Cómo hacerlas? Preparar mermeladas caseras es sumamente sencillo. Por lo general no se requiere de muchos ingredientes. Se recomienda utilizar frutas de temporada para abaratar aún más los costos y sacarle mayor provecho a las mismas.
Además de las frutas, también se puede optar por vegetales para hacer estas delicias dulces. Ají morrón, auyama, alcachofas, zanahoria, berenjena, puerro… son algunos de los que se suelen utilizar. También puede combinar varias frutas o vegetales. Por ejemplo se puede hacer mermelada de auyama y zanahoria o manzana y naranja. A la hora de prepararlas y combinarlas, su gusto será el determinante.
¿Cómo guardarlas? Para conservar las mermeladas por un tiempo prolongado, lo más útil es mantenerlas en frascos de cristal previamente esterilizados.
Una vez agotado este proceso, se coloca en la nevera o se puede guardar en la despensa a temperatura ambiente.