¡Preparen el teleprompter!

¡Preparen el teleprompter!

El continente americano, incluyendo a Estados Unidos, está cambiando rápidamente. Por eso no está Bush en la Casa Blanca. El presidente Barack Obama debe estar ahora preparándose de manera cuidadosa para participar en la Cumbre de las Américas.

Sobre todo porque, hasta este momento, es poca la atención que le ha prestado a América Latina. Además, el auditorio podría no ser tan complaciente como en tiempos pasados ya que la cantidad de Presidentes latinoamericanos sumisos al gran poder del Norte ha disminuido asombrosamente.

Todo parece indicar que el presidente Obama preferiría limitar los temas a los espantapájaros de siempre: el narcotráfico y el terrorismo. Podría, quizás, argumentar sobre la crisis financiera que sufre el mundo gracias a Estados Unidos, aunque nunca admitirá responsabilidad por contagiar al resto del mundo. Lo que Obama no desearía es que el tema del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba ocupara demasiado tiempo en las discusiones ni se mencionara en el documento final de la reunión. Para él ese es un asunto muy delicado. Pero cuidado, la mayoría de los asistentes a esta Cumbre podrían exigir que cada jefe de gobierno definiera su posición en torno a ese tema.

Es admirable la decisión de Obama que restableció el derecho de los estadounidenses a viajar a Cuba, así como para enviar remesas a los familiares allí. Estas decisiones tienen importancia porque todavía la realidad imperial de Estados Unidos es más poderosa que sus buenas intenciones. Pero de ninguna manera se justifica que, justo antes de esta Cumbre, el vicepresidente Joseph Biden confirmara en Chile la decisión de mantener el bloqueo contra Cuba.

Pecó de inoportuno porque la mayoría de los jefes de gobierno del continente podrían exigirle ahora que detenga las violaciones al Derecho internacional de parte de Estados Unidos al imponer durante casi cincuenta años un cerco inhumano. Obama ha planteado que, para tomar esa decisión, necesitaría la aprobación del Congreso estadounidense. Ese argumento es inaceptable. ¿Bajo que principio moral o legal puede la mayoría de los legisladores estadounidenses arrogarse el derecho de violar las normas universales de convivencia pacífica e imponerle penalidades a un pequeño país que nunca lo ha agredido?

Las intenciones de Estados Unidos para esta Cumbre contrastan con sus decisiones en la reciente reunión del G-20. Allí Obama anunció la transferencia al Fondo Monetario Internacional y otros organismos financieros de una suma cercana al millón y medio de millones de dólares. Con esto fortalece al sector que, precisamente, provocó la peor crisis del capitalismo. Premian a los causantes de la crisis.

¿Qué no haría América Latina con una inversión como esa?. El sentido común de los pueblos en reclamo de sus inalienables derechos está tomando fuerza y una transformación generalizada está teniendo lugar. La Revolución cubana ya no sirve a Estados Unidos como espantapájaros habitual en América Latina. Desde que empezó el año 2009, once Presidentes latinoamericanos han realizado visitas de Estado a Cuba en las que han mostrado su respaldo a la erradicación del bloqueo estadounidense. Incluso el anfitrión de la Cumbre de las Américas, el Primer Ministro de Trinidad-Tobago, Patrick Manning, estuvo allí el mes pasado. Asimismo, Cancilleres y Ministros de numerosos países han viajado en romería de solidaridad, al igual que el Comisario Europeo y un enviado especial del Presidente de Francia.

No menos importante fue la reciente visita de los dirigentes del Caucus negro del Congreso de Estados Unidos, quienes expresaron claramente su oposición al bloqueo. Asimismo, no puede ser ignorado el reclamo del Senador republicano por Indiana, Richard Lugar, para que el gobierno estadounidense designe un representante con poder y así iniciar conversaciones directas con el gobierno cubano.

Triste papel desempeñará Estados Unidos a partir de junio próximo cuando se convertirá en el único país del continente que no mantiene relaciones diplomáticas con Cuba.

Vista la crisis que vive la humanidad y la composición del auditorio que asistirá a la Cumbre de las Américas, alguien debe advertir al presidente Obama que tiene que observar dónde pisa porque estará transitando un campo minado de reclamos de independencia y de respeto al Derecho internacional. ¡Que preparen cuidadosamente el teleprompter, no hay margen para improvisación! Lo exige el momento histórico.

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