BARAHONA. Con la construcción de la presa de Monte Grande, el presidente Leonel Fernández dará un gran impulso al desarrollo y  progreso de esta provincia y de las demás demarcaciones de la región Suroeste, según afirmó un experto en la materia.

  El ingeniero Sucre Muñoz Novas dijo que esta   importante obra permitirá la irrigación de más de 300 mil tareas aptas para todo tipo de cultivo, que en la actualidad se encuentran en un virtual estado de desertificación.

 “La preparación de esos terrenos para insertarlos a la producción agropecuaria contribuirá  al mejoramiento de las condiciones de vida de  cientos de miles de dominicanos en esta empobrecida zona”, comentó el también profesor universitario.

Señaló que la presa ayudará a controlar las avenidas del río Yaque del Sur, minimizando sus crecidas e inundaciones en la llamada  cuenca baja,  que durante años ha padecido terriblemente por este problema.

A su entender, la infraestructura absorberá temporalmente una gran parte de la mano de obra desocupada, suplirá al acueducto múltiple del Suroeste, generará energía eléctrica  y podrá ser usada para la crianza de peces en su embalse.

 Asimismo, podrá ser utilizada para el ecoturismo y la práctica de deportes acuáticos no contaminantes, tal y como sucede en países  desarrollados, entre otros beneficios que aportará a  esta zona.

  Muñoz Novas es de opinión de que todos los dominicanos, en especial los pobladores del  Suroeste, deben agradecer al mandatario su sabia  decisión de iniciar una obra que es anhelada desde hace años.

 “Con esta obra el presidente Fernández hace realidad el lema del extinto José Francisco Peña Gómez, de “invertir en la gente”, por lo que  constituye también un homenaje al desaparecido líder político, ya que éste fue el primero que planteó la necesidad de su construcción”, dijo.

Lamentó que durante el gobierno del PRD ni siquiera se hablara de esa obra.

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Traslado familias

Actualmente se procede al pago de los terrenos donde será levantada la obra, lo que implica el traslado de unas 800 personas que residen en el lugar, para lo cual se instaló un campamento, y se trabaja en las vías de acceso, según informó el director del Instituto nacional de recursos Hidráulicos (INDRHI), ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel.

Se está a la espera de que el Banco de Desarrollo de Brasil envíe  los documentos   para ser sometidos a consideración del Congreso Nacional, para la aprobación del financiamiento de 270 millones de dólares. La mayoría de las personas serán trasladadas a Azua y a Barahona.