Proteger el sector turístico es prioritario y suministrarle agua potable, vital. En el 2008 la empresa Hanson-Rodríguez SRL, diseñó y entregó al INAPA el proyecto de construcción de la presa de Sanate ubicada en la confluencia de los ríos Sanate y Mana, en la provincia La Altagracia, entonces costaba US$300 millones, hoy 372 millones.
El objetivo principal es regular los caudales del río Sanate y los trasvases del rio Duey, para suplir la demanda de agua potable de Higüey y el polo turístico de Bávaro, Punta Cana y Verón. Esta presa tendrá una altura de 44 metros y una capacidad de 75 millones de metros cúbicos con vertedero de cresta libre.
Hanson-Rodríguez identificó del sitio de la presa, realizó los estudios hidrológicos, de geología, mecánica de suelo, factibilidad económica, técnica y licitación financiera. La contrapropuesta de levantar en la zona plantas desalinizadoras, constituye una solución cara porque requiere grandes cantidades de energía.
Actualmente la desalinización radica en países acaudalados con reservas de combustibles fósiles. Afecta el medio ambiente por las emisiones de gases de efecto invernadero.