Por segundo día consecutivo la presencia de pacientes con sospecha de cólera se mantuvo estable en los principales hospitales de la Capital, que ayer apenas tenían registradas 42 personas. Mientras el ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, informó de una disminución de 35,430 episodios diarreicos agudos, con respecto al 2010 en todo el territorio nacional.
En cuanto al cólera, en el hospital Francisco Moscoso Puello había 18 pacientes internos, uno en estado de gravedad, siete en situación manejable y el resto recién ingresados. En el Luis Eduardo Aybar, 20 pacientes eran hidratados, entre ellos 6 niños, y en el Santo Socorro apenas tenían cuatro.
Ayer hubo estrictas medidas de seguridad en la entrada de la unidad del Aybar, donde un sargento del Ejército Nacional impedía el acceso a los periodistas, acción que fue repudiada por los reporteros, sobre todo en ese lugar, que se había caracterizado por su apertura y la fluidez de la información.
Frente a la Unidad de Cólera del Moscoso Puello se intensificaron las denuncias de familiares de los pacientes, porque este lugar apenas cuenta con un baño, lo que dificulta a los enfermos hacer sus necesidades. Ayer un paciente salió desesperado de la unidad y evacuó en el patio, a la vista de familiares que esperaban fuera, una muestra de las dificultades que enfrentan los internos.
Rojas Gómez atribuyó la baja en pacientes diarreicos a los esfuerzos que se llevan a cabo en materia de agua y saneamiento en procura de mejorar el nivel de salubridad de la población, acciones que hay que continuar en todo el país.