Durante el receso invernal ocurrió un movimiento que no ha sido muy pregonado pero que podría ser determinante en los dos circuitos y en dos equipos. Después de 16 años laborando con los Bravos de Atlanta como su entrenador de pitcheo, Leo Mazzone decidió aceptar la oferta de los Orioles de Baltimore y abandonó la franquicia ubicada en el este de la liga Nacional cuyo notable éxito en el lapso señalado en gran parte se le atribuye a este mago de la instrucción en su función de asistente en la materia del dirigente Bobby Cox.

La razón del abandono por parte de Mazzone fue absolutamente sentimental. Le une al manager de los Orioles Sam Perlozzo  una vieja amistad que data de la niñez cuando ambos jugaban en las Pequeñas Ligas. Veinte años atrás, durante una reunión festiva el nuevo miembro de los Orioles  se comprometió con Perlozzo en que si él algún día se convertía en dirigente de liga mayor finalmente lo podría enganchar para que trabajaran juntos.

La mudanza de Mazzone  hace emerger expectativas interesantes, pues tiene frente así un trabajo muy especial con el grupo de lanzadores de Baltimore. Ha declarado que intenta lograr que cuatro de los lanzadores abridores del equipo completen los doscientos episodios, algo que no consiguen desde 1982 y en el lapso mencionado solo un cuarteto en temporadas diferentes lo han conseguido.

En los Bravos Mazzone manejó en ocho ocasiones pitchers con veinte triunfos, en Baltimore no tienen un espécimen así desde Mike Boddiker en 1984. Seis veces uno de sus pupilos ganó el premio Cy Young, el último de los Orioles en alcanzar ese galardón fue Steve Stone en 1980 y por último el promedio de efectividad de los lanzadores de los Orioles en la campaña pasada fue de 4.56 mientras el de los Bravos durante la era de Mazzone en total estuvo en 4.10.

Asimismo coloca a Cox frente a la circunstancia de demostrar que sus éxitos al frente de los Bravos no eran solo por el talento de su antiguo entrenador. La organización sureña ha contratado para sustituirlo a Roger McDowell de una lista de veinte candidatos y están confiados que tomaron la decisión correcta. Fue reclutado de la organización de los Dodgers donde laboraba en esas funciones desde hace cuatro años, pero nunca ha tenido experiencia de liga mayor en ese aspecto.

Los éxitos en recuperar brazos silenciados por parte de Mazzone han sido muy sonoros y su filosofía de lograr que los pitchers lancen sus bolas rápidas bajo y afuera la va a mantener en el grupo de jóvenes de Baltimore donde no se distingue un as. De esas enseñanzas se podría beneficiar valiosamente el dominicano Daniel Cabrera, considerado el lanzallamas abridor con más potencia del joven circuito.

FRASES CÉLEBRES

“Veo grandes cosas en el béisbol. Es nuestro deporte, el deporte de América. Saca a nuestro pueblo de sus puertas llenándolos de oxigeno, proveyéndolos de gran estoicismo físico. Tiende a aliviar las aprensiones disipando el espíritu.

Enseña a perder y provoca bendiciones” Walt Whitman, poeta nacional de Estados Unidos.