PRESENCIA DOMINICANA 
El 30-30

PRESENCIA DOMINICANA  <BR>El 30-30

POR TONY PIÑA CAMPORA
Ha surgido la duda sobre la posibilidad que este año en las grandes ligas algún jugador logre alcanzar las treinta bases robadas al mismo tiempo que dispare treinta jonrones. El principal candidato ahora mismo lo es Bobby Abreu pero el descenso que sufrió en el mes  de julio en su ofensiva cuando solo bateó para .214 con un solitario cuadrangular provoca pensar que pueda llegar en ese renglón a la cifra necesaria.

De ser así sería la primera vez que ningún jugador llegue a concretar la hazaña desde 1994 y ese año la huelga de jugadores que incitó al colapso de la temporada fue la razón de la ocurrencia.

Desde 1987 y con la excepción de ese 1994, en cada campaña algún atleta llega a combinar estas cifras que se han convertido en una muestra de la capacidad de desarrollar poder y velocidad.

HISTORIA

El primer jugador que logró la proeza lo fue Ken Williams en 1922 con los Carmelitas en la liga Americana. Se estafó 37 almohadillas y disparó 39 jonrones ayudado enormemente por el estadio donde se desempeñaba, pues 32 de esos 39 batazos de cuatro esquinas fueron en el hogar. No fue hasta 1956, transcurrieron 34 años,  que apareció otro jugador que combinara las cifras cuando Willie Mays con los Gigantes se estafó cuarenta almohadillas al mismo tiempo que volaba las verjas con sus disparos en 36 ocasiones, repitiendo la hazaña al año siguiente.

El decenio de los sesenta tuvo en Hank Aaron y Bobby Bonds a los nuevos miembros del círculo, este último convirtiéndose en los setenta en el máximo cultor de la proeza al lograrlo en cuatro ocasiones más para llegar a cinco veces, número que empató en los noventa su hijo Barry. En los años ochenta se populariza definitivamente la hazaña cuando incluso en 1987 cuatro la logran incluyendo dos con un equipo, los Mets que tuvieron en Howard Johnson y Darryl Strawberry los protagonista del hecho sin precedentes.

PODER/VELOCIDAD

Se ha desarrollado un fórmula matemática con la que se intenta medir con mayor credibilidad la capacidad de un jugador de desarrollar al mismo tiempo poder y velocidad. Se conoce como “Power/Speed”, Poder/Velocidad en español y la misma consiste en multiplicar por dos los jonrones y ese resultado multiplicarlo a su vez por las bases robadas, para la cifra consecuente dividirla entre la suma de los jonrones y las bases robadas. Sería, 2xHRxBR/HR+BR. Según ese método el jugador que ha logrado combinar con mejores resultados el poder y la velocidad en una campaña en toda la historia del béisbol lo fue Alex Rodríguez en 1998 cuando conectó 42 cuadrangulares y se robó 46 almohadillas, para un porcentaje de 43.91. Superó de esa manera a Eric Davis quien en 1987 había logrado 42.53 al estafarse cincuenta bases y disparar 37 cuadragulares. De por vida el dueño del resultado lo es Barry Bonds con 588.45 (703HR/506BR), una cifra ampliamente mejor que la de Rickey Henderson que fue 460.11 (297HR/1,426BR), estando Mays en la tercera posición con 447.05 (660HR/338BR).

Aunque esa fórmula posee una lógica sólida no se toma en cuenta algo fundamental en el aspecto de las bases robadas. El valor de cultivar esa jugada radica fundamentalmente en la capacidad para no ser atrapado en el intento. Se entiende que para el equipo beneficiarse de un atleta que roba bases este debe tener éxito en por lo menos un 75% de los intentos. Cuando Alex Rodríguez impuso en 1998 la marca que mencioné su promedio de éxito en los robos fue de 78%. Cuando Davis impuso la suya, que permanece como tal en la liga Nacional su porcentaje victorioso en el intento de estafa fue de 89%.

Tal vez deba explorarse algún tipo de combinación entre el slugging y el porcentaje de éxito en el robo de base como una receta más idónea que mida la calidad de los jugadores combinando esas piezas esenciales de la ofensiva.

beisbolprofundo@hotmail.com

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