Presencia su propio velorio

Presencia su propio velorio

ASUNCION (AFP).- Una mujer de 37 años, embarazada, que fue dada por muerta por sus familiares y parientes en el devastador incendio del supermercado el pasado domingo, volvió a su casa cuando la velaban, asustando a familiares y vecinos que rezaban por ella.

   «Nunca pensé que iba a presenciar mi propio velorio», dijo en declaraciones al diario Crónica, la «resucitada» María Esther Aguilera, sobreviviente del incendio en el supermercado Ycuá Bolaños (Pozo Bolaños), quien fue dada de alta después de convalescer en un hospital.

   El regreso al hogar, alrededor de las 10H00 de la noche del domingo, en pleno «velorio», produjo susto y desvanecimientos en sus familiares, según el periódico.

   La confusión se produjo por un listado provisorio de muertos divulgado por la televisión en que figuraba como fallecida, cuando en realidad estaba registrada como atendida en un nosocomio.

   La mujer, madre de tres hijos, con otro de 7 meses en espera, recibió la visita de los dos fiscales que encabezan la investigación del siniestro, Edgar Sánchez y Teresa Sosa.

   «Ellos me pidieron que presente mis documentos para que me saquen de la lista de fallecidos», afirmó.

   Las autoridades del Ministerio Público confeccionaron inclusive un acta de defunción de María Esther. «Me dijeron que tengo que ir al Registro Civil a llenar un documento donde dice que estoy viva», apuntó.

   Relató que cuando llegó a su casa de Limpio, una localidad adyacente a Asunción, «había unas 200 personas que estaban rezando y un lugar preparado para el velatorio porque todavía no habían traído el cuerpo que supuestamente me pertenecía».

   «Mi mamá se desmayó al verme», manifestó.

   Agregó que después de ser salvada por los bomberos «me sentí como nacer de nuevo».

   Los casos de confusión comenzaron a multiplicarse.

   Parientes del fallecido Carlos Ramon Aguero denunciaron que otra familia pretende exhumar el cadáver enterrado días atrás porque creen que hubo una equivocación.

   Entre sollozos, la hija, Nancy Aguero, dijo a la televisión: «Nosotros estamos seguros que es mi papá. Yo le reconocí por su ropa, por su fisonomía, su panza…».

   Otro caso de confusión afectó a otra mujer, separada de su marido, en cuya casa se encontraba la hija, a la que había denunciado como desaparecida.

   El ministro del Interior Orlando Fiorotto dijo a la AFP que el desorden y el caos que sucedió al gran incendio hace difícil de establecer el número real de fallecidos -que superaría los 400- y el registro de heridos y desaparecidos.

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