Por REYES GUZMÁN
Interpretar con el alma, tener una voz que llega al corazón y llevar un mensaje de paz, es lo que hace la Hermana Glenda, una  cantante bendecida por Dios que el domingo le brinda al pueblo dominicano la oportunidad de verla y escucharla en el Estadio Quisqueya.

La Hermana Glenda nació en Parral, Chile. Estudió en escuelas públicas, pues para aprender lo que importa es la voluntad y buenos profesores. Sus padres lo fueron en las aulas y en el hogar.

 La búsqueda de la verdad hizo de ella una persona más despierta, con ideas de que en la música podía aportar mensajes.  Su padre, según se dice, era un libre pensador y la inducía a conocer otras religiones, otras filosofías.

Aficionada a la música, se inspiró en el amor y sus primeras canciones las dedicaba a quien fue su novio. El llamado de Dios la acerca más a la música religiosa,  ganando dominio y experiencia en la misa dominical de la Catedral.

Cuando asistía a misa y miraba la cruz preguntaba:  ¿Es verdad que has muerto por mí? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué? El tiempo le dio la respuesta.

Primer premio

Glenda  participó  en un festival diocesano de la canción y como premio le dieron una Biblia. Por su interés de conocer más de Dios leyó del Génesis al Apocalipsis en un año.

Al llegar a un pasaje del Evangelio de Juan, en el capítulo 3, versículo 16, no pudo seguir leyendo más, porque tuvo la primera experiencia de Dios.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Leyó varias veces estás palabras y la fe cristiana aumentó, alimentó su deseos de cantarle a Dios.

En 1988 decidió terminar con su novio y seguir al Señor, por lo que entra a las Hermanas de Nuestra Señora  de la Consolación.

Consolar es lo que hace y hará, porque eso es lo que le gusta y le sirve de inspiración.

Proyección

Glenda es licenciada en Teología, se graduó en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Reside en Salamanca, España, donde no deja de estudiar. Le gusta la psicología.

Su voz acaricia los sentimientos, permite soñar despierto, pasear encima de las nubes y despertar con nuevos pensamientos. Y es que el discurso de sus canciones llega y penetra.

Las  producciones discográficas están en las manos de los que aman la calidad, de los que escuchan y no interrumpen. Con razón se asegura que es la mejor voz femenina de la música religiosa.

“A solas con Dios” llegó  a todas partes, como sus otros discos. Ha sido reconocida en los premios Cristomanía 2001.

Su himno “Nada es imposible para ti” fue seleccionado para el disco oficial de la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto, en 2002. También lo interpretó en directo en la comunión de la eucaristía de clausura, presidida por el Papa Juan Pablo II.

Discografía 

Consolad a mi pueblo (1)
Consolad a mi pueblo (2)
Con nostalgia de ti
A solas con Dios
Para ti toda mi música
Tengo sed de ti

LAS MÁS BELLAS 

Ahí tienes a tu madre   
Alianza de amor entre tú y yo   
Amor de madre   
Angelus   
Con nostalgia de ti   
Confianza en  ti (Salmo 103)   
Consuela a mi pueblo   
Dios, tú eres mi Dios   
Discípulo   
Discípulo amado   
¿Dónde vives?   
El auxilio me viene del Señor (Salmo 120)   
En el desierto   
En la tierra se canta   
En mi Getsemaní   
Espíritu de Dios