Presentación selectiva de cifras para mostrar recuperación

Presentación selectiva de cifras para mostrar recuperación

Ramón Núñez Ramírez

Distinguidos ministros del área económica presentan cifras incompletas o destacan las que les favorece para construir un relato de una recuperación económica y un nivel de deuda pública en descenso, cuando la realidad es que las cifras oficiales dicen lo contrario.

Recientemente mi amigo y compañero de peña económica muchos años, el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, en su cuenta de Twitter destacó que el Gobierno recibió en agosto de 2020 un stock de deuda del Sector Público no Financiero (SPNF) equivalente al 49.7% del PIB y a junio de este año se había reducido al 44.8% del PIB.

Para un estudiante de primaria que maneje los números quebrados sabe que cuando el denominador es menor, aunque el numerador permanezca constante, aumenta el resultado y cuando el denominador es mayor se reduce el resultado.

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En 2020 el PIB cayó en -6.7% y medido en dólares se redujo de US$88,906.1 millones en 2019 a US$78,829 millones, aunque el stock de deuda aumentó entre septiembre de 2019 y 2020 en US$8,863.3 millones, la caída del denominador (PIB) fue mayor al aumento del numerador (deuda pública), por ello el resultado Deuda/PIB fue mayor. Del 2020 al 2023 aunque el crecimiento de la deuda fue importante, el aumento del PIB fue superior y por ello se redujo la relación Deuda/PIB.

La realidad de las cifras es que la deuda pública del SPNF entre agosto de 2020 y junio de 2023 aumentó en US$15,642.7 millones, un incremento de 39.9%, equivalente a 14.1% cada año, mientras en el gobierno anterior el crecimiento en promedio fue de 12.9% anual y en los ocho años del Dr. Leonel Fernández el crecimiento promedio anual de la deuda pública fue de 8.2%.

Decía el ministro Vicente que uno no debe preocuparse por la deuda pública sino ocuparse, pienso que deben ser ambas, especialmente cuando el crecimiento de la deuda es tan acelerado. Para este año el 23.4% de los ingresos tributarios se consumirán en el pago de los intereses de la deuda del SPNF (RD$253,545.5 millones) y las necesidades brutas de financiamiento ascenderán a RD$363,257.9 millones.

También tenemos el caso del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo que publicó un “Informe de Situación Macroeconómica; Seguimiento a Coyuntura” correspondiente a junio de 2023, se destaca el crecimiento del Índice de Actividad Económica Mensual (IMAE) de 2.4% anualizado a mayo y concluyen: “Este comportamiento reafirma los fundamentos macroeconómicos solidos del país, y se atribuye a la implementación coordinada de medidas monetarias y fiscales expansivas”.

La realidad, aunque lo indica el informe, pero no lo destaca, es que el crecimiento del IMAE enero-mayo fue de 1.4% y en enero-junio de 1.2%, que comparado con el crecimiento de 5.6% en el mismo periodo del año 2022 refleja una caída de 4.4 puntos porcentuales, el menor nivel de crecimiento desde 2008, exceptuando el 2020 por la pandemia y 2009 por la crisis financiera global.

Celebraron antes de tiempo y mi amigo el ministro de Economía, Pavel Isa Contreras, mantuvo el pronóstico de un crecimiento de 4.0%, el cual con el comportamiento del primer semestre demandaría un crecimiento en el segundo semestre de por lo menos 7.0% promedio y eso es imposible a menos que se den más estímulos fiscales y monetarios y corren el riesgo de que se sobrecaliente la economía y se dispare la inflación.