La coordinación de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional fue apoderada de la acusación formal contra el empresario del transporte Blas Peralta, y otros tres por la muerte del exrector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Mateo Aquino Febrillet.
La acusación da la mayor responsabilidad penal contra Peralta, al que se le atribuye ser el autor material del asesinato, mientras a su chófer Franklin Venegas y seguridad Geraldo Félix Bautista Mena, que lo acompañaban, cargos por complicidad.
Al coronel retirado Rafael Herrera, jefe de seguridad del transportista, también se le imputa complicidad por intentar suministrarle escondite a Peralta y desaparecer la evidencia.
Al grupo además es inculpado por intento de asesinato contra Edward Montás, exaspirante a diputado por la circunscripción 2 de San Cristóbal; Elaine Mañaná, asistente del rector; Omar Enriquillo Sosa Méndez, seguridad y Joel Antonio Soriano Ramírez, chófer.
La instancia de solicitud de auto de apertura a juicio se deposita a tres meses de la muerte de Aquino Febrillet, quien fue abatido la tarde del pasado 11 de marzo luego de que la yipeta en la que se desplazaba por la avenida Anacaona junto a su asistente, seguridad, chófer y el excandidato a diputado Edward Montás, fuera interceptada y recibiera dos impactos de bala que habrían salido del vehículo en el que se trasladaba Peralta.
La acusación hace referencia a la discusión que tuvieron Montás y Peralta, quienes se postulaban para la misma posición por el Partido Revolucionario Moderno, en una reunión en la que entre otros temas trataron la agresión entre estos dos, y que participó Aquino Febrillet, quien encabezaba la boleta congresual por esa misma organización en su condición de aspirante a senador.
Entre las pruebas que menciona la Fiscalía del Distrito Nacional para retener los cargos de autor material a Peralta está primero: que el arma de donde salieron los disparos contra el académico estaba a nombre del imputado desde el año 2006 en su condición de asimilado honorífico a la Policía Nacional.
Dice en el documento que según el análisis de balística comparados los casquillos recogidos en la escena del crimen con el proyectil extraído del cuerpo de exrector coinciden con los casquillos y proyectiles obtenidos al disparar el arma de fuego tipo pistola Taurus, calibre 9 milímetros, número TZG54444, asignada a Peralta, coinciden con las características individuales.
Otra de las pruebas de la que hace mención el Ministerio Público es la conversación telefónica que posterior al crimen sostuvo el imputado Peralta, con su jefe de seguridad el coronel retirado Herrera, que describe la trama de estos para intentar desaparecer la evidencia del crimen.
De acuerdo al escrito, de lo que aún no se tiene rastro es del segundo vehículo que dio persecución al que transportaba a Aquino Febrillet, tampoco de los ocupantes o conductor.