Presentan gala lírica en honor a Eduardo Brito

Presentan gala lírica en honor a Eduardo Brito

POR YULY ARROYO
Las más destacadas figuras del  canto lírico y las voces del Coro Nacional interpretaron gloriosas canciones en un concierto homenaje al cantante Eduardo Brito, en conmemoración de los 100 años de su natalicio.

En presencia del único hijo del artista dominicano, Francisco Brito, la Secretaría de Cultura y la Dirección General de Bellas Artes organizaron uno de los más emotivos reconocimientos hecho a un artista criollo, en el  que además de los recuerdos y anécdotas, se interpretaron canciones en su honor.

Avelino Stanley, en  representación del Secretario de Cultura; Bernarda Jorge, directora de Bellas Artes y Rosa María Vicioso, directora del Teatro Nacional, entregaron al hijo del artista, Francisco Brito, un diploma que lo titula como Gloria artística nacional.

Emocionado, el primogénito del cantante expresó su agradecimiento y dijo que el patrimonio histórico de una nación se basa en seguir los pasos de aquellos que dejaron buenos ejemplos en cualquier rama de la enseñanza.

En el lobbie del Teatro Nacional se exhibieron libros  del cantante y una pintura con su rostro y con algunos de los títulos de las canciones que popularizó.

EL CONCIERTO

“La gala lírica Eduardo Brito”, concierto realizado en la sala que lleva su nombre en el Teatro Nacional , es  la segunda presentación de la temporada sinfónica 2005-2006.  Fue dirigido por el maestro cubano Iván del Prado, quien dejó a todos los presentes satisfechos con la fuerza histriónica y elegancia al dirigir.

El repertorio elegido para homenajear el centenario del natalicio de Brito estuvo compuesto por “Luisa Fernanda”, de Federico Moreno Torroba; “La Taberna del Puerto”, de Pablo Sorozábal; “Amalia Batista”, de Rodrigo Prats; “María la O”, de Ernesto Lecuona; “Cecilia Valdez”, de Gonzalo Roig y “Los Gavilanes”, de Jacinto Guerrero.

Estas piezas fueron interpretadas por las sopranos Paola González y Pura Tyson; los tenores Modesto Acosta, Juan Cuevas y Otilio Castro y los barítonos Eduardo Mejía, Frank Lendor y Fausto Cepeda.

DATOS

Eduardo Brito demostró desde muy pequeño su talento y tenacidad para el canto. Como procedía de una familia muy pobre de la comunidad de Los Cerros, en Puerto Plata, tuvo que trabajar de limpiabotas, jornalero y aprendiz de herrero.

Buscando horizontes más claros y prometedores se va a Santiago y allí comienza a trabajar junto a importantes músicos en los mejores escenarios de la época. A los 17 años de edad debutó como cantante profesional en Santo Domingo.

Su fama aumentó con el tema “Amar”, con el cual ganó el primer premio de un concurso patrocinado por una casa comercial de Santiago. De sus dotes de artistas se dieron cuenta el famoso músico y compositor Salvador Sturla y el maestro Julio Alberto Hernández, quien se convierte en su padrino y lo ayuda en su formación.

Cuando cumplió los 20 años de edad, Brito cantaba óperas de Verdi bajo la dirección del maestro Luis Rivera. En 1927 viajó a Nueva York, donde en dos semanas grabó boleros, música criolla y merengues.

Su popularidad como artista fue creciendo y es en Europa donde tuvo un gran auge al actuar en los principales escenarios de allí. Su talento se dejó sentir en Italia, Bélgica y Checoslovaquia.

Otros países donde siguieron su arte fueron Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Cuba y Panamá.

A pesar de su fama internacional, Eduardo Brito retornó al país con grandes dificultades económicas y en un delicado estado de salud. Al fallecer dejó su voz grabada en múltiples grabaciones. Entre los temas que popularizó están “Hatuey”, “Aquellos ojos verdes”, “Siboney” y “Lamento esclavo”, entre otros.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas