LOS ÁNGELES (AFP).- Una nueva raza de compañera sexual artificial promete dejar sin aliento a las tradicionales muñecas inflables, tras ser presentada en la décima Convención Erótica de Los Ángeles, la gran cita del sector en la capital mundial de la pornografía.
Se trata de Leeloo, una muñeca de silicona cuyos prototipos fueron presentados por la empresa californiana My party doll.
Alex Goldman, quien se define como asesor profesional en muñecas sexuales, no escatima elogios: Probé personalmente todas las muñecas disponibles en el mercado. Estas chicas (las Leeloo) están a años luz de la competencia, dijo el experto a la AFP.Es la mejor que he probado nunca, añadió sobre Leeloo, nombrada así en honor al personaje representado por Milla Jovovich en la película de Luc Besson, The Fifth Element (1997).
Leeloo no es como las viejas muñecas (inflables) que estallan, es tan sólida que hasta puede servir como gato para levantar un auto, prosigue Goldman, entusiasmado por esta creación fruto de dos años de trabajo del francés Yves Becker.
Este fin de semana abrió sus puertas la Convención Erótica de Los Ángeles, que congrega a miles de admiradores de las nuevas tendencias en placeres carnales. En esta cita anual del sexo, más de 300 expositores presentan lo último en juegos eróticos y publicaciones porno, pasando por indumentaria y accesorios sexy.
Entre ellos figura Leeloo, construida en silicona sobre un esqueleto de acero, y que estará pronto a la venta por cerca de 5.000 dólares.
Los pies fueron realmente complicados de esculpir, asegura Becker, quien sin embargo dedicó la mayor parte del tiempo en los senos porque es muy difícil calcular (el efecto) de la gravedad sobre la silicona, según narró a la AFP.
Dada la calidad de la silicona de que está hecha, y que es el mismo material utilizado en las cirugías estéticas, Leeloo no sufrirá nunca de celulitis: Se la puede dejar acostada durante años y luego ponerla de pie, y sus nalgas estarán siempre bonitas y redondas, afirma su padre francés.
Entre los visitantes del puesto de My party doll en el Convention Center de Los Ángeles, el interés es muy vivo. Me habría encantado tener una como esa hace 25 años, dice Jim Arthur, un vendedor de juguetes sexuales. La habría puesto en el cuarto de invitados.
Becker y Goldman aseguran que Leeloo tendrá un futuro comercial radiante, y no sólo entre los solteros que no pueden seducir a una linda muchacha.
Según ellos, la firma My party doll recibió pedidos de parte de parejas deseosas de sazonar sus relaciones íntimas, e incluso de mujeres que quieren a Leeloo como una super Barbie.
El francés espera que su invento le permita recoger una tajada de un mercado que tiene un volumen de negocios de cerca de 10 mil millones de dólares anuales en Estados Unidos.
De ellos, cerca de 1.500 millones de dólares son generados sólo por la venta de juguetes sexuales, aunque su comercialización está prohibida en los estados conservadores del sur, como Georgia, Alabama, Mississippi y Texas.