Presentarán grabados de Salvador Dalí en Bellas Artes

Presentarán grabados de Salvador Dalí en Bellas Artes

 

Cuando expusieron a Fernando Botero y luego a Pablo Picasso, surgió -repetidamente- entre los visitantes, una misma pregunta: ¿cuándo presentarán aquí a Salvador Dalí? Gracias a la Embajada de España, el Ministerio de la Cooperación Española y el Centro Cultural de España, ese deseo tan anhelado se convertirá en un hecho.
Salvador Dalí fue pintor, dibujante, grabadista, fotógrafo, “performancista”, cineasta, decorador, escenógrafo, muchas cosas más… y genio.
Decía él, a tan solo veinte años: “Seré un genio y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello”. Lo incontestable es que con Pablo Picasso, español también, fue el pintor más celebrado del siglo XX.
Una obra extraordinaria. En 1979 y en 2012, hubo en París, en el Centro Pompidou, dos retrospectivas de Salvador Dalí, y tuvimos la suerte de asistir a ambas, formidables, similares y diferentes…
Si la primera, con la presencia del artista –él murió en 1989–, fue increíblemente profusa y exuberante, la segunda propuso, óptimamente y de manera rigurosa, la visión de un auténtico y múltiple genio, magistral en pintura desde antes de los 20 años, insaciable descubridor y estudioso, autor de las más increíbles “performances”, acciones y “happenings”, casi hasta el final.
¡Más de 800 000 personas, todas generaciones confundidas, estuvieron deslumbradas! Vieron cómo en Dali la naturaleza y la vida, el realismo y el surrealismo, se alían perfectamente, y, en qué insuperables dimensiones visuales, pictóricas y gráficas, culminan fuentes innumerables de inspiración, entre ellas la literatura, el teatro y la poesía.
Contundencia del grabado. Como todas las categorías de su producción y manifestaciones de su creatividad, el grabado apasionó a Salvador Dalí, y tenía con el taller de impresión un contacto personal.
Se mostraba muy exigente respecto al proceso y los resultados, “con una sola condición: que parezcan acuarelas”.
Se refería a las litografías, pero de las xilografías –grabado en madera– igual perfeccionismo y sentido del detalle se requería.
El experto Fredéric Ballester estimaba que “el grabado en Dalí es muy importante, nos encontramos en un terreno experimental, si no hubiera habido el grabado en un cierto período de su vida, hubiera dibujado menos”, y destacaba que los resultados eran espectaculares.
Los grabados, que se presentarán en la Galería Nacional de Bellas Artes, ilustran la Divina Comedia –Infierno, Purgatorio, Paraíso– de Dante Alighieri, otro “genio” –patrimonial e italiano él– de la poesía. Son 100 xilografías, realizadas entre 1960 y 1964, correspondiendo cada una a los cien cantos de la magna obra poética, y elaboradas a partir de las acuarelas. A título anecdótico, parece que, en Italia, las acuarelas se habían suspendido al no ser Dalí italiano, y que Dalí terminó en España.
No cabe duda de que el lirismo, la belleza, el misticismo de la “Divina Comedia” fascinaron a Dalí, y que, en el Paraíso, el ascenso de Dante y Beatriz por los cielos podía tener un sentido metafórico…
Para la Galería Nacional de Bellas Artes, esta esperada exposición de Salvador Dalí va a ser el acontecimiento cultural del año.

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