Preservar la continuidad

Preservar la continuidad

Los servicios de telefonía con inclusión del Internet disponibles para cubrir las necesidades de comunicación del común de los ciudadanos han experimentado preocupantes interrupciones. Las tecnologías que ensanchan el acceso que para diversos fines y dimensiones tiene que procurarse el ciudadano en su diario vivir están expuestas en todo el mundo a fallas impredecibles lo mismo que a la incursión mal intencionada de terceros. Las recientes desconexiones parciales han colocado a muchos usuarios en posición de reclamar compensaciones previstas en los reglamentos del área similares a regulaciones sobre otros suministros de interés social.
Torpes perforaciones identificadas para evitar que vuelvan a ocurrir tuvieron lugar repetidamente antes de sobrevenir un incidente no especificado en perjuicio de la transmisión móvil de voz y data de una de las compañías. Ahora está en marcha una conjunción de esfuerzos de proveedores y autoridades para precisar las causas no visibles de estos inconvenientes y evitar su repetición. La trascendencia de disponer continuamente de capacidad para transmitir mensajes se manifestó dramáticamente en la transitoria imposibilidad de pedir los auxilios del 911 a que estuvo sometida una parte de los ciudadanos. El progreso de la telecomunicación obliga a reforzar la protección sobre las operaciones que la hacen posible, para beneficio también de todos los clientes.

Aguardando la Circunvalación

Ahora se hace más necesario imponer límites a la circulación de vehículos de carga por vías urbanas a ser preservadas del impacto que causan armatostes al rodar con persistencia cerca de actividades de la colectividad que necesitan paz y orden. La urgencia está creada por la puesta en valor del Malecón de Santo Domingo; hermoseado y delimitado con excelentes espacios para esparcimiento del público en general.

La recuperación de su importancia como franja costera de la Capital dominicana es incompatible, para toda hora y día con el rodar monstruoso de máquinas que tienden al desenfreno y la degradación visual. La ruta extraciudad y de circunvalación que echará a un lado las enormidades rodantes y estrepitosas debe convertirse prontamente en una completa realidad. Otras medidas serán necesarias eventualmente.

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