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POR ELADIO PICHARDO
En busca de que los habitantes de la cuenca alta de la presa de Sabana Yegua cambien el modelo de uso de la tierra y contribuyan con la preservación del ecosistema y los recursos naturales de la zona, varias entidades pusieron em marcha un proyecto de manejo sostenido, dijo Roberto Sánchez.
Sánchez, quien es coordinador del proyecto, citó que entre esas entidades se encuentran la Fundación Sur Futuro, la secretaría de Medio Ambiente y el Programa de las Nacionales Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El coordinador del proyecto explicó que con esa iniciativa se busca promover el manejo de tierra sostenible para lograr beneficios globales del medio ambiente en el contexto de desarrollo y reducción de la pobreza.
El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) hará un aporte de US$4 millones, mientras que la Fundación Sur Futuro y el Estado, a través de las secretarías de Medio Ambiente, Agricultura, Obras Públicas, Educación y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), aportará US$25 millones.
Aclaró que esos fondos del sector público no son aportes nuevos, pues la propia planificación anual que tienen esas entidades estatales se han contabilizado como parte del cofinanciamiento
Por ejemplo, las intervenciones que hace Educación con reparaciones de escuelas, las intervenciones del INDRHI, de Agricultura, de Obras Públicas y los trabajos que realiza Sur Futuro junto a Medio Ambiente en un vivero que produce dos millones de plantas», dijo
A juicio de Sánchez en cinco años, período previsto para el proyecto, se podrán eliminar las barreras para lograr el manejo sostenible de tierra y ofrecer eficacia y sostenibilidad al Plan Maestro con el manejo de la foresta, la agroforestería, siembra de café y silvopastería.
La idea, señala Sánchez, es dejar mecanismos que garanticen que las acciones que se lleven a cabo continúen después del proyecto. «Para el 2011 debe haber una estructura funcionando, unos fondos y algunos cambios en lo que es el uso de la tierra, por lo que esperamos que más 500 agricultores hayan cambiado en sus parcelas la forma sostenible del uso de la tierra».
La presa, ubicada en Azua, que se beneficia de los ríos Yaque del Sur, Las Cuevas y Grande, colecta agua que beneficia a más de 600,000 habitantes en la parte baja, entre ellos 27,000 agricultores de Barahona, Tamayo y de los proyectos Isura, en Azua.
Destacó que esa es una de las cuencas altas más deteriorada del país, aunque considera que todas las cuencas presentan altos niveles de deterioro por la destrucción de la cobertura boscosa y la degradación de los suelos.
Refiere que la cuenca ha sido dividida en nueve zonas, seis de las cuales ya tienen sus técnicos asignados prestándoles asistencia a los campesinos para establecer una estructura de gestión participativa a largo plazo.
Explicó Sánchez que los usuarios del agua en la parte baja de la cuenca, que la pagan, un porcentaje de ese pago irá al fondo de la cuenca para continuar propiciando que los agricultores de la parte alta sigan aplicando modelos sostenibles y se mantenga una cobertura más permanente.
Sostuvo que en la cuenca alta sólo queda con algo de bosque las áreas que pertenecen a la zona protegida del Parque Nacional de Valle Nuevo y el Parque Nacional José del Carmen Ramírez, que ocupan cerca del 48% de la cuenca, mientras que el resto, el 52%, que no es protegida, prácticamente ha desaparecido todo lo que es la cobertura de bosques, debido al uso irracional que le dan a la tierra los campesinos que residen allí.
Con la implementación de este proyecto en esa zona «lo que buscamos es que más instituciones y organizaciones nacionales e internaciones se interesen en desarrollar igual iniciativa en otras regiones del país», manifestó Sánchez.
