Para que  el PRD esté bien organizado, se fortalezca, crezca, y sea una opción para ganar las próximas elecciones en el 2016, el presidente del partido debe dedicarse a tiempo completo a esas tareas y apoyar, una vez elegida, la candidatura que resulte ganadora para optar  por la presidencia de la nación.  

Sustentamos esta posición, luego de analizar el  artículo 55 de los estatutos del PRD, el cual precisa las funciones que debe desempeñar el presidente del partido en cuanto a la  organización y administración interna de la organización.

Y es que  no es posible cumplir cabalmente con estas funciones y ocuparse, como candidato presidencial, de estar en los medios, recorrer todo el territorio del país y de ultramar haciendo proselitismo político y ser un fuerte crítico de los errores que pudiera cometer el gobierno. 

Quisiéramos preguntarles  a los dirigentes de los partidos políticos nacionales, si todos conocen los nombres de los presidentes del Partido Demócrata y del Partido Republicano de los Estados Unidos. Y, más aún, si saben cómo se llama el presidente del PRI de México que acaba de ganar las elecciones en ese país. De seguro que la mayoría los desconocen, pues esos presidentes de partidos se dedican, esencialmente, a fortalecer sus organizaciones para ganar las elecciones.

Acarreamos todavía rasgos caudillistas en el manejo de los asuntos políticos del país. Aún sigue vigente la fórmula mágica de Joaquín Balaguer de manejarlo todo autoritaria y paternalistamente. Recordemos que él era presidente del Partido Reformista y presidente del país. Juan Bosch, igualmente, fue el presidente del PLD hasta  su muerte. Luego,  Leonel Fernández ha venido desempeñando  ese mismo papel en el partido morado.

¿Qué pasó en el PLD por tener la misma persona en ambas posiciones? Las reuniones de su Comité Político no se efectuaban con la periodicidad que ordenaban sus estatutos; no se ha producido renovación de sus cuadros dirigenciales y más aún, se prolongaron el período para lo cual fueron elegidos. Y hasta hubo problemas sucesorales.

¿Qué debe hacer el presidente de un partido, en este caso, del PRD? Dedicarse exclusivamente a su organización; cumplir y hacer cumplir sus estatutos, y actuar con neutralidad política entre las corrientes que existen a lo interno. En palabras llanas, actuar acorde con lo que establecen los estatutos y aplicar las medidas que correspondan  sin hacer  excepciones de ninguna clase.

Dinamizar todas las instancias y hacer del partido una fuerza política viva, en ebullición permanente. Esto quiere decir, mantener el oído en el corazón del pueblo para escuchar sus reclamos y actuar en su defensa y para defender, igualmente,   la  candidatura del partido.

Apoyar, con trabajo y dedicación,  la próxima convención extraordinaria para elegir la candidatura presidencial del partido, comprometiéndose a celebrarla ejemplarmente con transparencia y neutralidad.  Esta tarea es central, pues constituye  la única manera de iniciar una nueva era intrapartido, en que se reconozca democráticamente la victoria de una candidatura y las demás, su derrota, sin que haya crisis que pongan en peligro el futuro de la victoria.

Por estas y otras razones, es que hay que separar la candidatura presidencial del partido, de la candidatura a la presidencia del país por el PRD.

Esperamos  que los aspirantes a los diferentes cargos del partido, asimilen y apoyen nuestros planteamientos.