En la lucha, sin cuartel, que llevan a cabo contra la corrupción el presidente Luis Abinader y la Procuraduría General de la República, encabezada por su titular Miriam Germán Brito y sus procuradores adjuntos Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, se dan varios puntos de coincidencia que crean expectativas favorables en el seno de una ciudadanía que ha visto a través del tiempo cómo grandes casos de corrupción, verbigracia Odebrecht, se investigan con resultados frustratorios para el pueblo.

Como bien reseñara recientemente el colega matutino El Día, en los últimos 15 meses de gobierno de Luis Abinader han sido cancelados o suspendidos 14 funcionarios públicos por distintas razones o cuestionamientos lo que demuestra que la intención de adecentamiento de la administración pública no se queda en teorías sino que es una realidad a la que tendrán que enfrentarse quienes desde el poder caigan en “indelicadezas,” como decía Joaquín Balaguer, o hayan caído en gobiernos recientes.

El adecentamiento de la función pública es el mayor legado que puede dejar al pueblo de RD la gestión de Luis Abinader, quien tuvo el acierto de dar al país un Ministerio Público independiente, valiente y capaz que marca un hito en nuestra historia como nación