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SAN JOSÉ, (AFP).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, descartó víctimas en el terremoto de 7,6 grados que sacudió este miércoles el país, y llamó a la población a la calma, tras descartar una alerta de tsunami que provocó pánico en la costa del Pacífico, epicentro del sismo.
«No se han reportado pérdidas de vidas (…) lo más importante es que la población guarde la calma, no hay grandes daños», dijo Chinchilla, al señalar que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) recaba los reportes.
El servicio geológico de Estados Unidos (USGS) reportó el sismo de 7,6 en la escala de magnitud de momento a las 08H42 locales (14H42 GMT), ubicó su epicentro en la península de Nicoya, a 3 km de playa Sámara, en la provincia turística de Guanacaste, sobre el Pacífico.
Una víctima. La única víctima humana reportada tras el seísmo de magnitud 7,6 en la escala abierta de Richter, que sacudió hoy el país centroamericano, es una mujer que falleció de un infarto a causa del fuerte temblor, según las autoridades costarricenses.
El terremoto provocó un alerta de tsunami para América Central, lo que generó algunas evacuaciones preventivas, pero las autoridades de la CNE la descartaron, señaló la presidenta en rueda de prensa.
Verifican posibles daños. Equipos de la Fuerza Pública y grupos de socorro realizan un monitoreo por tierra, mar y aire para verificar los daños ocasionados por el movimiento telúrico.
Pobladores de las ciudades y comunidades del epicentro reportan la caída de árboles, de objetos, de algunos postes del tendido eléctrico, partes de techos y puentes y vías agrietadas.
