KABUL. AP.  Presuntos miembros de la milicia religiosa Talibán atacaron ayer con armas automáticas y cohetes al presidente Hamid Karzai mientras participaba en una ceremonia.

Los militantes no concretaron su objetivo, pero mataron a tres personas, entre ellas un legislador, e hirieron a otras ocho.   El Talibán informó horas después que su intención era asesinar a Karzai durante la ceremonia destinada a celebrar el 16  aniversario de la derrota de las tropas soviéticas en Afganistán.

Tanto Karzai como dignatarios extranjeros debieron huir del sitio buscando refugio, una demostración del frágil control que tiene en materia de seguridad el gobierno respaldado por Estados Unidos.   Los atacantes estaban atrincherados en una vivienda de tres pisos, una pensión habitada por trabajadores inmigrantes, situada a unos 300 metros de las tribunas donde Karzai estaba sentado junto con ministros y diplomáticos.

Ninguno de ellos sufrió heridas. Un funcionario de la embajada de Estados Unidos confirmó que el embajador William Wood salió ileso.   Entre los muertos había un legislador, que se hallaba a unos 30 metros de Karzai.   Residentes del área informaron que fuerzas de seguridad libraron una batalla de 30 minutos con milicianos atrincherados en la pensión.   El ministro de Defensa, general Abdul Rahim Wardak, dijo que tres de los atacantes murieron por las fuerzas de seguridad.