El presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, se destapó ayer revelando la ocurrencia de cuatro robos en esa institución y tres allanamientos a casas de diputados, hecho que sorprendió por darlo a conocer durante la sesión de la apertura de la Primera Legislatura Ordinaria de este año.
Sin embargo, no dio a conocer los nombres de los diputados que habrían hurtado y llamó a sorpresa que ningún diputado pareció darse por aludido o referirse al tema.
De inmediato, anunció la instalación de un sistema de vigilancia de circuito cerrado con cámaras de alta tecnología en todas las áreas de la Cámara de Diputados, desde los parqueos, área frontal y los pasillos.
En otro aspecto, el presidente de la Cámara de Diputados está muy empeñado en llevar a cabo trabajos de obras de remodelación.
Declaró “que el salón de sesiones será objeto de una serie modificaciones y readecuaciones para un mejor funcionamiento”.
Eso implica que partir de la próxima semana -dijo- las sesiones la van a realizar en el salón de la asamblea, donde pasaran tres o cuatro semanas.
Volvió al tema de la seguridad de la cámara y en eso -sacó tiempo en el día riguroso de la apertura de la legislatura- para hablar de las pantallas, las luces, el sonido, en fin-, “toda una serie de readecuación del sistema de informática, de voz, de data y de alumbrado, así como de pantalla, para un mejor funcionamiento del trabajo que todos los días nosotros realizamos”.
Más aún, anunció que las curules -escritorio de los diputado- serán readecuados totalmente, “para que trabajen más cómodos” y crearan un salón ejecutivo para dignatarios y funcionarios. Toda la edificación está en reconstrucción.