POR MANUEL JIMÉNEZ
Poco antes de las 7:00 de la noche del lunes los frentes de la humilde casa de Miguelina Camarena, en el sector Jeringa, de San Cristóbal, congregaba lo que podría definirse como una multitud. Estaban a la espera del presidente Leonel Fernández, quien en un gesto sin precedente, cenó en Nochebuena con unas 200 personas de escasos recursos.

El gobernante llegó a la casa número 18 de la calle Prolongación Francisco Fernández  esquina Primera,  de ese sector de las afuera de San Cristóbal, a las 7:16 de la noche acompañado de su esposa Margarita Cedeño de Fernández y del vicepresidente, Rafael Alburquerque. Otros funcionarios ya  esperaban en el lugar.

Se escogieron 200 personas pobres para cenar junto al gobernante en el patio de la casa de Camarena, donde se levantó una carpa, pero al mismo tiempo el Plan Social de la Presidencia repartió cajas con los artículos propios de la Navidad entre unas 2,000 personas de Jeringa y otros sectores marginados de San Cristóbal que se colocaron en largas, pero organizadas filas.

El mandatario viajó a San Cristóbal con una reducida escolta militar después de haber encabezado un intenso recorrido durante la mañana y parte de la tarde del lunes por sectores marginados de los municipios Santo Domingo Este, Norte y Oeste repartiendo miles de cajas con alimentos para la cena de Navidad.

Aunque originalmente estaba previsto que Fernández cenara en el interior de la vivienda, decidió hacerlo en el patio, “para no sentirse marginado del resto de las personas humildes congregadas en el lugar”, según explicó su director de Prensa, Rafael Núñez.

Además de su esposa Margarita Cedeño y  el Vicepresidente Alburquerque, Fernández compartió la mesa con los hijos de la señora Camarena; Celsio, Juan y Gilberto Sierra Camarena, así como con la madre de ésta, Mercedes Camarena. Estuvieron, también, el gobernador Orlando Espinoza, el síndico José Montás y el senador Tommy Galán.

El menú consistió en arroz, carnes, ensaladas, frutas y golosinas propias de la Navidad fue servido por un equipo de mozos del Palacio Nacional.

De la cena, participaron también el diputado Gamalier Montás, el vicecónsul en Nueva York, Esteban Báez; el secretario de Estado sin Cartera Víctor Hugo Hernández, el administrador de la empresa Hidroeléctrica, Héctor Suero; la ex diputada Nelly Pérez Duvergé, el director de la Autoridad Portuaria Dominicana, José Aníbal Sanz Jiminián; el director de la Oficina de Desarrollo de la Comunidad, Luis Acosta Moreta, y el empresario Rafael Corporán de los Santos, entre otros.

Pese a la ligera llovizna que cayó previo a la llegada del presidente Fernández, el ambiente festivo y bullicioso se mantuvo, con la amplificación de variados merengues alegórico a la época de Navidad, entre ellos Salsa Pa‘tu lechón, de Johnny Ventura y Llegó Juanita, de Milly Quezada.

CORPORAN DE LOS SANTOS

La presencia del productor de televisión Rafael Corporal de los Santos llamó la atención a muchos, especialmente por un par de contratiempos en los que se vio envuelto.

Cuando la comitiva presidencial se dirigía a tomar asientos en la mesa que  había sido asignada, en el patio de la casa de  Camarena, Corporán de los Santos marchó al frente e inadvertidamente ocupó la silla asignada a la primera dama, Margarita Cedeño.

Personal de protocolo se acercó e informó a Corporán que debía ocupar otra silla, pues esa estaba reservada para la esposa del presidente Fernández.

Miró en torno a la mesa y se ubicó en una silla, pero éste también estaba reservado para uno de los hijos de la dueña de la casa. El jovencito, de unos 13 años, se colocó de pie al lado del “viejo corpo”, pero el reconocido radiodifusor advirtió a tiempo su segundo contratiempo y optó por sentarse al jovencito en sus piernas, y así cenaron como padre e hijo. El gesto hizo recordar a muchos una antigua pasión de Corporán; “La Ciudad del Niño”.